Fue una imagen impropia a su buen nivel en La Liga y condición de puntero, la que mostró Barcelona en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Y eso le costó una sorpresiva e histórica derrota frente a Almería, que lo venció por 1-0, en el encuentro correspondiente a la fecha 23 del campeonato.
Si bien llegaba con una estupenda racha de siete victorias en fila, y 13 partidos al hilo sin caer, el Blaugrana arribó a este encuentro con la necesidad de reconfortar su ánimo, el que fue alterado el jueves, con su eliminación en los 16avos de final de la UEFA Europa League, sufrida a manos de Manchester United.
Al comienzo del partido, el efecto del golpe padecido con los ingleses pareció continuar en el elenco de Xavi Hernández. Es que mostró dificultades desde el inicio para imponerse, salvo por la amplia disposición de la pelota, lo que le resulta una característica en su estilo.
A sus complicaciones para generar peligro, el cuadro catalán agudizó su nivel en el partido con el impacto recibido de los Indálicos. Después de recibir la pelota por la banda derecha, el colombiano Luis Fernando Suárez envió un pase bombeado perfecto para El Bilal Touré, quien, a espaldas de la defensa, se dirigió hacia Marc-André ter Stegen y lo superó con un bombazo al travesaño y con pique hacia la red.
Sumado al marcador desfavorable, el Barça continuó con su bajo rendimiento y hasta vio animarse a los locales por el segundo gol. De hecho, al finalizar la primera parte, terminó con cuatro remates probados y ninguno hacia el arco.
El paso del entretiempo y las instrucciones del entrenador en el vestuario, no bastaron para que el líder encontrara reacción en la cancha. Pues estuvo sin claridad para asomarse con certeza a la portería contraria y hasta Robert Lewandowski, una de sus figuras y centrodelantero, fue el reflejo de eso, con su poca intervención en ataque.
Con un Almería volcado en defensa, para sostener la valiosa victoria, el elenco blaugrana no vio otra opción que la de los lanzamientos de centros para acercarse al empate. Por esta fórmula, el juvenil Ángel Alarcón avisó con un remate y el uruguayo Ronaldo Araújo, lejos de su posición de central, con un cabezazo apenas al lado del poste derecho.
La solución a su problema en ofensiva no llegó para Barcelona siquiera en tiempo de descuento, por lo que se despidió de su invicto en La Liga, aunque continúa en el primer puesto, con 59 unidades, siete por encima de Real Madrid, su inmediato perseguidor. Justamente, será el Merengue su próximo rival y por las semifinales de la Copa del Rey, un encuentro vital para reimpulsarse.