Atlante debe estar en Primera División lo antes posible, porque está listo para ello. El otrora equipo de Los Prietitos se alzó campeón de la Liga de Expansión en el torneo Apertura 2022 al superar 3-1, en un durísimo partido, al Celaya, un rival digno que también demostró buenas hechuras, combinación que se dio para ver una de las Finales mejor jugadas en la división de plata.
En los últimos cuatro torneos los azulgrana han llegado a tres Finales, lo que les valió para manejar con mayor tranquilidad un partido que estuvo a punto de irse a los penales, de no ser por un par de descuidos de los Toros en el segundo tiempo extra, en donde recibieron dos goles letales.
El equipo de Mario García puso su historia por delante para controlar el partido desde los primeros minutos, en los cuales su supremacía táctica fue notoria, ya que no solo controlaron al equipo local, sino que también supieron cómo hacerle daño.
El estratega entendió que era una gran apuesta lanzar balones a las espaldas de los defensas locales, estrategia que apoyó en pases rápidos y largos que servían para desorientar a los Toros, lo ideal para encontrar opciones importantes.
Si bien los de casa fueron los primeros en tocar la puerta en un mano a mano que Diego González perdió con Humberto Hernández, el equipo azulgrana fue el que mejor se desempeñó hasta encontrar el gol al minuto 16 gracias a Christian “el Hobbit” Bermúdez.
La acción surgió tras un gran lanzamiento desde la media cancha que techó a Mauro Brasil y que tomó Edson Partida, quien únicamente alzó la cara para asistir al veterano azulgrana, quien solo empujó el balón a las redes.
Y si bien los Toros buscaron la reacción, al final fueron incapaces de emparejar el partido, ya que cuando fueron al frente siempre tuvieron una respuesta poderosa de los visitantes, que no dejaron de pasear el esférico como les gusta.
Lo anterior llevó a que las figuras del Gansito Hernández y de Guillermo Allison se agigantaran, con constantes intervenciones que sirvieron para evitar que el marcador se moviera hasta irse a los vestidores.
Después de 45 minutos de incertidumbre, el Celaya regresó del vestidor totalmente renovado y comprometido a cambiar el guion del partido, algo que logró casi tras el reinicio gracias a un golazo de Gael Acosta, uno de los jugadores más activos en la Final ante Atlante.
El ofensivo había sufrido con la marca de los Potros, inclusive lucía desesperado esperando a que se marcaran faltas inexistentes a su favor ante la férrea marca, pero gracias a su ingenio encontró un hueco que le sirvió para anotar y detonar las emociones de una afición que lucía apaciguada tras la anotación de Christian “el Hobbit” Bermúdez.
El canterano del Monterrey se quitó con una finta a su marca y quedó así de frente al arco, para sacar un zurdazo que fue inalcanzable para el Humberto Hernández, ya que el balón entró pegado a su poste izquierdo. 1-1 y a recalcular un buen partido, digno de Primera División.
Sin embargo, no fue de esos partidos que una anotación mágicamente cambia su trayecto, ya que los Potros ajustaron rápido para enfriar nuevamente el partido, pero esta vez ya sin opciones por explotar, porque los de casa también se agruparon para no dar los espacios que los hicieron sufrir en la primera mitad.
Ahí fue cuando a los dos equipos les faltaron ideas y también ese jugador distinto, algo que solo pueden tener clubes con nóminas importantes o de una categoría mayor, sin que eso signifique que quedaron a deber en calidad, porque no fue así.
En los 30 minutos restantes lo que menos hubo fue un futbol vistoso, ya que tanto Celaya como Atlante bajaron su rendimiento dado el agotamiento que sufrían, apenas con tímidas aproximaciones.
Solo detonó el partido un fortuito gol de Guillermo Allison, quien tras un gran partido tuvo la mala fortuna de mandar el balón al fondo de su arco al minuto 111. De ahí, ya solo apareció César López para fimar el 3-1 definitivo, el que cerró un campeonato de un gran Atlante, uno que está listo para volver.