PITTSBURGH (AP) — T.J. Watt observa desde las laterales –con pantalones de ejercicio y audífonos– los entrenamientos de la línea defensiva de los Steelers de Pittsburgh, la cual está muy por debajo de su acostumbrada capacidad de asedio y productividad.
El Jugador Defensivo del Año de la NFL ha aprendido durante las seis semanas que lleva de recuperación, tras un desgarro en un pectoral izquierdo y de una cirugía por una lesión menor en una rodilla, que no está listo para ser entrenador y que nunca debe dar por segura su condición física ni su carrera.
“Es terrible no poder practicar ni jugar, pero cuando regresas lo valoras más y lo adoras más”, dijo Watt el viernes.
Tanto que Watt no se descarta y viajará con Pittsburgh (2-5) para la visita del domingo a la invicta Filadelfia (6-0), aun cuando el entrenador Mike Tomlin ha dicho que “es muy improbable” que vea acción uno de los jugadores más exitoso en el asedio de quarterbacks rivales.
“Me siento animado de dónde me encuentro”, dijo Watt, que regresó el miércoles a las prácticas.
Esa no fue su sensación a finales del último cuarto del primer partido de Pittsburgh en la campaña contra Cincinnati, en el que sufrió una dolorosa punzada en el lado izquierdo del pecho cuando intentó atrapar al quarterback de los Bengals, Joe Burrow.
Watt salió caminando de la cancha sujetándose el lugar de la molestia y dijo a los médicos “me lo desgarré”.
“He tenido tirones musculares antes”, dijo Watt. “Se siente como un crujido, un chasquido y sabes de inmediato que no es nada bueno. Sólo era cuestión de saber su gravedad y que para ello habría que esperar entre 24 y 48 horas”.
Por fortuna una lesión que a veces puede significar el fin de la temporada para un jugador, para Watt sólo abrevió la campaña.
Eso no significa que sea sencillo para Watt pasar más de un mes como coach auxiliar de facto y bien pagado porque durante su ausencia, la defensiva de Pittsburgh ha tenido problemas para asediar al quarterback contrario.
Los Steelers derribaron a Burrow siete veces en el primer partido. Pero sin Watt suman sólo cinco capturas de mariscal en los últimos seis partidos y apenas tocaron a Tua Tagoviola, de Miami, la semana pasada, en el partido que los Steelers perdieron 16-10, y en el que sólo golpearon una sola vez al mariscal de campo.
“Debemos encontrar una manera de asediar y concretar”, dijo el coordinador defensivo Teryl Austin.
Una labor que es mucho más sencilla con Watt, debido a su peculiar manera para causar estragos a la ofensiva rival. En Cincinnati, todo parecía indicar que Watt comenzaría justo donde había terminado en 2021, cuando empató una marca de la NFL de 22,5 atrapadas de mariscal de campo.