Ash Barty, número uno del mundo, fue elegida Jugadora del Año de la WTA por segunda vez, mientras que Emma Raducanu, campeona del Abierto de Estados Unidos, se llevó el reconocimiento a la debutante del año.
La australiana Barty, que se había quedado con el galardón en 2019, ganó cinco títulos del circuito este año, incluyendo su segundo trofeo del Grand Slam, en Wimbledon.
También defendió con éxito su título en Miami y triunfó en Melbourne, Stuttgart y Cincinnati para asegurar su tercer puesto número uno al final de año consecutivo.
La británica Raducanu, de 19 años, llego a Flushing Meadows en el puesto 150 del ranking y se consagró campeona.
En tanto, la checa Barbora Krejcikova se llevó el premio a la jugadora que más mejoró en el año tras una temporada estelar en la que ganó la corona del Abierto de Francia.