El último escollo ya no existe. Matías Almeyda renunció ayer al cargo de entrenador del San José Earthquakes al empatar con Nashville en casa y relegarse al último lugar de la conferencia del oeste.
El argentino ha mantenido un duro pulso con su proyecto en San José pues, aunque tiene total libertad como manager, lo cierto es que los resultados han sido paupérrimos.
Al finalizar el encuentro ante Nashville, un aficionado increpó a Almeyda camino al vestidor, lo que representa el sentimiento de la afición con este técnico.
En contraparte, en Chivas suspiran por él. Su contrato en la MLS termina en diciembre, sin embargo, por la buena relación con los dueños, “de palabra me puedo ir mañana”, dijo en una entrevista en ESPN. Y lo cumplió, 24 horas después de esta frase letal, Almeyda puso en los despachos del equipo su renuncia. En Chivas prenden los focos y sacan la red, buscarán pescar a su viejo pastor.