COPENHAGUE (AP) — El centrocampista danés Christian Eriksen se desvaneció el sábado durante un partido de la Eurocopa y fue hospitalizado de emergencia, mientras que el encuentro ante Finlandia se suspendió durante más de una hora y media.
La UEFA informó que Eriksen se encontraba “estable”. Por su parte, la Federación Danesa de Fútbol indicó que el jugador está consciente.
“Christian Eriksen está despierto y se somete a más análisis en (la clínica) Rigshospitalet”, indicó la Federación en Twitter.
Peter Moeller, director de la Federación Danesa, reveló que Eriksen recibió un “masaje cardíaco” cuando yacía en el césped.
“Tras caer, recibió ayuda y masaje cardíaco en la cancha”, dijo Moller a la televisora pública danesa DR. “Por fortuna, estaba despierto cuando salió del estadio”.
El encuentro entre Dinamarca y Finlandia debió interrumpirse a los 43 minutos, con el marcador empatado sin goles, para que los paramédicos brindaran atención de urgencia a Eriksen en el campo. El juego se reanudó a las 8:30 de la noche (1830 GMT), y Finlandia terminó imponiéndose por 1-0.
De acuerdo con la UEFA, los dos equipos sostuvieron una reunión de emergencia antes de decidir que seguirían jugando. Los futbolistas volvieron a la cancha, recibidos por una ovación, para realizar un inusitado segundo calentamiento.
Mathias Jensen sustituyó a Eriksen en la alineación danesa. Sólo se disputaron unos minutos antes de ir al descanso, más corto de lo habitual.
Eriksen recibió tratamiento por unos 10 minutos luego de desplomarse en el campo, del que fue retirado posteriormente en una camilla.
La UEFA anunció después que el partido quedaba suspendido “por una emergencia médica”.
Mediante los altavoces del estadio se pidió a los aficionados que permanecieran en sus asientos, mientras se revelaba más información.
Eriksen había dado recién un pase corto cuando se tambaleó y cayó de bruces sin que mediara contacto alguno. De inmediato, sus compañeros hicieron gestos hacia una banda para solicitar la atención médica.
Los paramédicos ingresaron a toda prisa y aplicaron compresiones en el pecho del centrocampista del Inter de Milán, mientras sus compañeros lo rodeaban para protegerlo de la vista del público y de las cámaras.
La novia de Eriksen, Sabrina Kvist Jensen, ingresó en la cancha. El capitán Simon Kjaer y el arquero Kasper Schmeichel la consolaron mientras lloraba.
Los seleccionados finlandeses se agruparon en su banquillo, antes de marcharse a los vestuarios, lo mismo que el cuerpo arbitral. La atención a Eriksen continuó por varios minutos.
Eriksen fue retirado eventualmente, mientras el público lo ovacionaba. Sus compañeros caminaban junto a la camilla.
Piero Volpi, médico del Inter, dijo a The Associated Press que el club italiano estaba en comunicación con la Federación Danesa, el entrenador y el médico de la selección.
“Pero todavía no sabemos nada”, comentó Volpi. “Oímos lo que informó la UEFA, y todos estamos contentos de que él se encuentre estable. Pero es todo lo que sabemos”.
Volpi dijo que Eriksen jamás había contraído COVID-19 ni presentaba alguna condición médica delicada de la que él estuviera al tanto. Aseguró que el futbolista había aprobado todos los exámenes médicos sin problemas desde enero de 2020, cuando se incorporó al conjunto Nerazzurro, procedente del Tottenham.
“Pero hablaremos cuando el momento sea oportuno”, añadió Volpi acerca del historial médico de Eriksen. “Por ahora, lo más importante es que él se recupere”.
Eriksen es una de las figuras principales de Dinamarca. La imagen del jugador desplomado mientras quienes le rodeaban trataban de ayudarlo desesperadamente causó conmoción entre los 15.000 espectadores que acudieron al Parken Stadium.
Un silencio sepulcral invadió el recinto. Fue posible ver a algunos hinchas que lloraban abrazados en el graderío.
Mientras los espectadores en el inmueble esperaban información actualizada, un grupo de seguidores finlandeses comenzó a corear “Eriksen”.
Una aclamación atronadora respondió después al anuncio de que el jugador se hallaba “estable y despierto”.
El hecho trajo a la memoria los casos de otros jugadores que se han desvanecido en la cancha, incluido Fabrice Muamba, quien requirió de resucitación cardiopulmonar en 2012, tras colapsar en un encuentro entre el Bolton y el Tottenham en el estadio white Hart Lane de Inglaterra.
Muamba, quien se recuperó satisfactoriamente, emitió un tuit en momentos en que Eriksen era trasladado al hospital.
“¡Dios, por favor!”, escribió.