MONTEVIDEO (AP) — Peñarol resolvió el viernes expulsar de su padrón de socios a José Nino Gavazzo y a Manuel Cordero, dos de los militares más activos durante la dictadura que rigió en el país de 1973 a 1985.
Ambos militares retirados eran socios vitalicios, condición que perdieron a partir de una campaña de hinchas del club, que comenzó en abril.
El consejo directivo del popular equipo uruguayo resolvió el viernes quitar “la calidad de socio para aquellas personas condenadas por delitos graves tales como crímenes de lesa humanidad, genocidio, terrorismo, homicidio con circunstancias agravantes especiales, incluyendo el femicidio, violación y abuso sexual”.
Los dos exintegrantes de la dictadura cívico-militar fueron procesados por numerosas violaciones a los derechos humanos en distintas causas sobre desapariciones, asesinatos y privaciones ilegales de libertad.
De esta manera el club abrió también la posibilidad de que sus socios presenten por escrito otras peticiones de expulsión que serán verificadas. Peñarol comunicará a Cordero y Gavazzo que perdieron su calidad de socios vitalicios.
En estos días algunos futbolistas que han integrado el plantel aurinegro se unieron a la campaña de socios e hinchas que comenzó en abril. El mediocampista Cristian “Cebolla” Rodríguez, que participó de la selección uruguaya y el Atlético de Madrid envió un video a través de la plataforma un Gol Contra la Impunidad para sumarse.
“Se logró un poquito más de justicia”, explicó a The Associated Press Tabaré Techera, vocero de la plataforma, donde participan no solo hinchas de varios equipos sino activistas por los derechos humanos.
Las campañas surgieron en 2018, tras descubrirse que Miguel Zuluaga, ex encargado de seguridad de la selección uruguaya de fútbol había participado de sesiones de tortura en dependencias policiales. Meses después fue desvinculado de la Asociación Uruguaya de Fútbol tras la presión de esta y otras organizaciones sociales.
“Son crímenes de lesa humanidad, crímenes que no prescriben”, opinó Techera.
Sobre Gavazzo y Cordero remarcó que “son personas condenadas incluso internacionalmente”.
“Las causas no están cerradas porque siguen habiendo desaparecidos. Son temas muy delicados y que por suerte hoy Peñarol pudo pronunciarse”, manifestó.
La resolución del club “nos pareció correcta”, y “nos parece importante generar conciencia de por qué son crímenes de lesa humanidad, qué hicieron y por qué están siendo condenados por Peñarol y la justicia”, opinó Techera.
Hubo más de 45 organizaciones dentro de Peñarol que firmaron el petitorio tramitado por la comisión directiva del club.
“La mayoría fueron socios e hinchas que le hicieron saber al club que estos genocidas no pueden estar más”, agregó Techera.
En estos días Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, también se manifestó contrario a que Cordero y Gavazzo integren el padrón de socios.
Cordero cumple una condena de 25 años en Buenos Aires por la privación de libertad de 11 uruguayos secuestrados en la capital argentina y tiene varias causas pendientes en Uruguay.
Gavazzo cumple prisión domiciliaria en Uruguay por la desaparición de María Claudia García Irureta Goyena de Gelman, nuera del poeta Juan Gelman, secuestrada en Buenos Aires en 1976 junto a su esposo, y desaparecida en Uruguay luego de dar a luz una niña que recuperó su identidad tres décadas después.
Ambos militares formaron parte del Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas, uno de los grupos señalados por terrorismo de Estado y por coordinar actividades similares en Argentina, Chile, Brasil y Paraguay. Los dos han sido identificados por cientos de detenidos durante la dictadura y tienen varias causas judiciales pendientes en Uruguay.