PARÍS (AP) — Alexander Zverev no podía creer que su adversario en los cuartos de final del Abierto de Francia pudo salvar una bola de quiebre con una pelota que cayó — ¿si acaso cerca? en la raya del cuarto juego el martes.
Zverev se agachó cerca de la marca en la arcilla roja y se puso a discutir con Alison Hughes, la jueza de silla. “¡No!” y “¿Cómo?”, vociferó reiteradamente.
Hughes, cuya decisión fue avalada por las imágenes no oficiales de la televisión, no cedió y Zverev perdió ese juego, y el posterior también para rezagarse. Pudo haber sido el inicio de un desmoronamiento.
En cambio, el sexto cabeza de serie se repuso como un rayo, llevándose 16 de los siguientes 19 juegos para alcanzar su tercera semifinal de Grand Slam, al vencer 6-4, 6-1, 6-1 a Alejandro Davidovich Fokina.
Zverev, finalista del más reciente Abierto de Estados Unidos, disputará su primera semifinal en Roland Garros contra Daniil Medvedev (2) o Stefanos Tsitsipas (5). Su cruce de cuartos se dirimía más tarde.
Superado el enojo por la decisión de la jueza, al cabo de apenas 20 minutos de acción, Zverev dominó a placer frente Davidovich Fokina, un español de 22 años que tiene buena muñeca para soltar pelotas en corto.
Luego de sufrir tres quiebres de servicio en el primer set, Zverev nada más lidió con un punto de quiebre en el resto del duelo.
También fue más prolijo que el 46 del ránking, que acumuló 37 errores no forzados contra los 16 de Zverev.
Zverev comenzó este Abierto de Francia a los tumbos la semana pasada. Perdió los primeros sets ante Oscar Otte, un rival surgido de la fase previa. Pero no ha cedido ninguno más desde que completó una remontada en cinco sets ante Otte y lleva 15 mangas ganadas en sucesión.