BUENOS AIRES (AP) — César Luis Menotti, el carismático técnico que llevó a Argentina a conquistar su primera Copa Mundial en 1978, ha fallecido, informó el domingo la Asociación del Fútbol Argentino. Tenía 85 años.
En un comunicado difundido en sus redes sociales, la AFA dijo que “lamenta informar con enorme tristeza el fallecimiento de César Luis Menotti”. La nota no precisó las causas del deceso.
¡Hasta siempre, Flaco querido!”, añadió el comunicado al aludir al apodo del entrenador.
El anuncio de la AFA tuvo lugar mientras se disputaba la final de la Copa de la Liga de Argentina entre Estudiantes de La Plata y Vélez Sarsfield en Santiago del Estero. Antes del inicio del segundo tiempo en el estadio Madre de Ciudades se realizó un minuto de silencio en homenaje, mientras en la pantalla gigante se reproducían algunas imágenes de Menotti.
Según informaron medios locales, Menotti fue ingresado en una clínica en marzo debido a un cuadro severo de anemia. De acuerdo a tales reportes, Menotti fue intervenido por flebitis en abril y posteriormente regresó a su hogar para proseguir con la rehabilitación.
“Es un dolor inmenso tener que despedirte. Nos dejaste mucho en tu paso por la selección argentina y por el fútbol. Sin dudas, tu paso a la inmortalidad será con el mejor de los recuerdos de todos los que amamos la pelota”, publicó en X el presidente de la AFA, Claudio Tapia.
También el presidente argentino Javier Milei, quien este domingo emprendió viaje a Estados Unidos, reaccionó a la noticia: “QEPD. Profundo dolor por la partida del líder de un grupo que le ha dado una de las más grandes alegrías al país”.
“Si bien yo adhiero a otra escuela, sería propio de un necio negar el aporte de César Luis Menotti. Adiós, Flaco…”, añadió el primer mandatario.
La obra cumbre de Menotti fue cuando dirigió al equipo argentino que ganó el Mundial en casa, en una recordada final 3-1 ante Holanda, con un doblete de Mario Kempes y un tanto de Daniel Bertoni, en el estadio Monumental de Buenos Aires.
Considerado uno de los entrenadores más emblemáticos e influyentes del balompié argentino, se le señaló como el principal responsable de sentar las bases de los éxitos obtenidos por la selección argentina a lo largo de las últimas décadas. La
Nacido el 5 de noviembre de 1938 en Rosario, Menotti también tuvo una carrera como delantero en varios clubes de su país natal. Aparte de las selecciones de Argentina y México, condujo a los clubes españoles Barcelona y Atlético de Madrid.
Fue un militante de la política como afiliado al Partido Comunista argentino, un enamorado del boxeo y un admirador de la palabra y obra de Mario Benedetti, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Mario Sábato y Joan Manuel Serrat, entre otros.
A través de las charlas con los intelectuales, Menotti dice que aprendió lo que es la vida.
“A Benedetti lo invité a comer a mi casa, cuando yo estaba (de técnico) en Peñarol (1990-91). Para mí fueron diez años de aprendizaje. Pero yo no preguntaba: escuchaba”, recordó Menotti en una entrevista. “Y me quedé un día en casa de Sábato, y tampoco discutía: aprendía”.
Y una vez me hicieron un reportaje con Borges, y cuando le pregunté si le molestaba que fumara, me dijo: ‘lo que me intoxica no es el cigarrillo, sino las conversaciones estúpidas’. Entonces yo pregunto en todo… pero no en el fútbol, porque de fútbol… ¡se!”.
Indudable que de fútbol Menotti sabía, y mucho, en una carrera que como jugador la inició en el club de sus amores, Rosario Central (1960-63 y 1967); Racing Club (1964); Boca Juniors (1965-66), todos ellos de Argentina; The Generals, Estados Unidos (1967) y en los brasileños Santos (1968) y Juventus (1969-70).
En Santos, tuvo de compañero a Pelé, al que nunca dudó en calificarlo como el mejor futbolista entre leyendas como Alfredo Di Stéfano, Maradona, Johan Cruyff y Lionel Messi.
Menotti fue nombrado entrenador de la “Albiceleste” en 1974. Con una visión de juego vistoso, se le señaló como el principal responsable de sentar las bases de los éxitos obtenidos por la selección argentina a lo largo de las últimas décadas.
Todo comenzó en 1978, el primero de los tres mundiales ganados por Argentina hasta ahora.
Menotti fue un convencido que el equipo de 1978 no tuvo el reconocimiento que se merecía porque ese Mundial se ganó bajo una dictadura militar que habría aprovechado esa fiesta para mostrar que Argentina era un país pujante, y a la vez aprovechar la efervescencia popular para minimizar las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.
Organizaciones humanitarias dicen que bajo ese régimen (1976-83) unas 30.000 personas murieron o desaparecieron por el terrorismo de estado. Aún hoy, en el plano deportivo se cuestiona un partido contra Perú en el que Argentina necesitaba ganar por 4-0 para avanzar en ese Mundial, pero finalmente goleó 6-0 en medio de versiones no confirmadas de que el régimen militar habría influido en ese resultado con un soborno a jugadores peruanos.
“La manera de jugar de la Selección del 78 era realmente subversiva”, destacó Menotti. “Mientras otros se iban del país, yo prefería luchar contra la dictadura desde adentro, y los exiliados siempre me han acusado injustamente por eso. Todavía hoy me siguen acusando, como he podido corroborar al cruzarme con la colonia montonera (una ex organización guerrillera de izquierda) de argentinos en España”.
Sus detractores suelen recordar una foto en la que Menotti, tras la consagración en el Mundial, se da un apretón de mano con el exgeneral Jorge Rafael Videla, el jefe de un triunvirato militar que gobernaba al país.
En vísperas de ese Mundial, el “Flaco” dejó fuera del plantel nada menos que a Maradona, que con 17 años ya brillaba en Argentinos Juniors, aunque para el Mundial de España en 1982 lo convocó y le dio la titularidad.
“No me arrepentí de esa decisión porque fuimos campeones”, subrayó Menotti al recordar aquel episodio con Maradona, quien en México 1986 fue la gran figura de ese Mundial que ganó Argentina por segunda vez, en este caso bajo la conducción de Carlos Bilardo.
Pero Menotti solía decir que Maradona siempre le recriminó haberlo dejado afuera del Mundial de Argentina.
“Diego no te lo perdona más. No te perdona eso ni que lo saqués en un partido”, señaló Menotti a la revista El Gráfico en diciembre de 2014. “Una vez lo saqué, creo que contra Panamá, porque lo estaban matando a patadas, y estuvo 15 días sin hablarme”.
Si con Maradona la relación tuvo sus vaivenes pero ambos se respetaban y elogiaban, con Bilardo la enemistad fue eterna. Menotti falleció después de más de 40 años sin hablarse con Bilardo.
Menotti solía decir que esa pelea fue por cuestiones personales y no deportivas, en las que ambos estaban en las antípodas.
Mientras que Menotti era proclive a un fútbol abierto, técnico y estético, Bilardo tenía predilección por las tácticas a ultranza y la obtención de resultados aún con acciones reñidas con el juego limpio.
“Fue una disputa personal; yo jamás me pelearía con un tipo porque haga líbero o stopper”, declaró Menotti. “Se magnificó porque cada uno ganó un Mundial, pero era un debate que no valía ni cinco centavos”.
Además de dirigir a la selección de Argentina, Menotti también fue técnico de México en 1991-92 y entre otros equipos condujo al Barcelona español (1983-84), donde también tuvo a Maradona bajo su mando; Atlético de Madrid (1987-88); Peñarol de Uruguay (1990-91); Sampdoria de Italia (1997) y Tecos de México (2007), cuando fue la última vez que estuvo en acción como timonel.
Su debut como técnico fue en Newell’s Old Boys en 1970-71, y además en Argentina dirigió a Rosario Central, Huracán (donde fue campeón en 1973); River Plate, Boca e Independiente. También dirigió a Argentina cuando se proclamó campeón Mundial Sub20 en Japón, en un equipo en el que se destacaron sus atacantes Maradona y Ramón Díaz.
Entre sus colegas, Menotti admiraba al español Pep Guardiola, a quien en entrevistas lo propuso como técnico de Argentina tras el alejamiento de Alejandro Sabella luego del Mundial de Brasil en el que la “Albiceleste” fue subcampeona.
“Lo de Guardiola (en su brillante paso por Barcelona) fue un huracán devastador, arrasó con toda la trampa y la mentira, la destruyó, la aniquiló de tal manera que ahora hasta los italianos quieren tener la pelota y jugar”, subrayó Menotti por entonces.
Además de por el cigarrillo, otra de las particularidades era que usaba su pelo largo, tan cuidado que parecía como recién salido de una peluquería.
Esta fue su revelación que hizo sobre el tema: “Nunca fui a la peluquería, el pelo me lo corto yo mismo. Agarro la tijera, me corto las puntas. Me lo empecé a dejar largo en Huracán (al despuntar la década del 70). Un día me dije: ‘no me corto el pelo hasta que perdamos’. Y estuvimos como 10 partidos invicto, así que todo empezó por un chiste”.
Menotti no le tenía miedo a la muerte. “Lo que me molesta a veces es jugar al básquet con mis nietos y que el físico no me responda”, destacó en 2014. “Además, es lo único de lo que estoy seguro: no conozco a nadie que no se haya muerto en algún momento”.