OWINGS MILLS, Maryland, EE.UU. (AP) — Un año después de que su posición estuvo en crisis, Derrick Henry aún siente un vínculo con sus compañeros running backs.
Esta fue una semana para disfrutar.
“Definitivamente feliz de verlos salir del mercado tan rápido. Creo que eso dice mucho sobre que aún es muy necesaria la posición de corredor, aunque no lo parezca”, aseguró el jueves Henry, uno de varios agentes libres que encontraron un nuevo equipo en los últimos días. “Aún necesitan correr el balón. Aún necesitas a ese jugador que puede cambiar el partido en cualquier circunstancia”.
Ser corredor sigue sin ser tan lucrativo como otras posiciones, pero este año algunos de los mejores running backs disfrutaron algo que no tiene precio —la libertad de moverse.
Henry dejó a unos Titans que fueron últimos para unirse a Baltimore, que tiene mejor ataque por tierra. Saquon Barkley pasó de los Gigantes a una posible ofensiva dinámica con los Eagles. Tony Pollard se unió a los Titans en reemplazo de Henry y Josh Jacobs pasó de Las Vegas a Green Bay, un equipo de postemporada.
Barkley, Pollard y Jacobs recibieron la etiqueta de jugador franquicia la campaña anterior para posponer su oportunidad de probar la agencia libre.
Ninguno de los tres pudo asegurar contratos a largo plazo el año pasado, menoscabando la importancia de la posición. Los corredores no son vistos como una inversión fuera del contrato de novato y la etiqueta de jugador franquicia tiene el menor valor de cualquier posición fuera del pateador y punter.
Henry abrió un grupo de chat entre los mejores jugadores de la posición el verano pasado.
Sin importar cuánto dinero hay disponible para running backs, la agencia libre les permite encontrar el lugar ideal, que puede ser una prioridad.
Hasta ahora, esta temporada ha sido menos molesta para los corredores que el 2023.
“Definitivamente quiero que el mercado sea justo y que seamos valorados”, admitió Henry. “Para el futuro también, para los chicos que vendrán después de nosotros”.