Mali concluyó el Mundial Sub-17 en el tercer lugar tras golear por 3-0 a Argentina en el último partido, en el que demostró su potencial ofensivo ante la poca oposición del equipo albiceleste, que apenas inquietó la portería de Bourama Kone.
Tres días después del varapalo sufrido al caer en los penaltis de las Semifinales frente a Alemania, la selección albiceleste volvió a afrontar un nuevo duelo en el que dio muestras de no haberse recompuesto de la decepción sufrida.
A los nueve minutos la selección africana se aprovechó de la poca intensidad de la defensa argentina para abrir el marcador con un disparo desde la frontal de Ibrahim Diarra que hizo mucho daño al combinado de Diego Placente, que no encontró la fórmula para poner en apuros en ningún momento a su rival.
Justo antes del descanso Mali marcó el segundo de su cuenta y así terminó de hundir a la escuadra sudamericana. Fue tras un centro de falta desde la derecha que Mamadou Doumbia, totalmente solo, remató de cabeza a placer.
A los tres minutos de la reanudación Hamidou Makalou sentenció el marcador con el tercer tanto de Mali tras una buena jugada individual en la que se marchó de varios defensores, entre ellos Juan Giménez de túnel, para marcar ante Jeremías Florentín.
Los últimos minutos fueron un puro trámite para ambos equipos. Para Mali, que trató de dejar pasar el tiempo con el marcador asegurado y para Argentina en busca del pitido final para acabar con la agonía de un bochornoso resultado.