Por Sócrates Seamanduras
Si no empatan el próximo sábado en Las Vegas, José Carlos Ramírez o Josh Taylor, uno de los dos, bajará del ring como campeón del mundo «indisputable», o unificado absoluto, pues lo harán con los cinturones de los cuatro organismos rectores del boxeo mundial: CMB, AMB, OMB y FIB.
Cada uno, invictos ambos, subirán al ring con dos en su poder.
Ramírez, estadounidense hijo de migrantes mexicanos, con marca de 26-0-0, 17 ko’s, expondrá sus campeonatos mundiales CMB y OMB. Hará la quinta defensa del título del Consejo, y segunda del cetro de la Organización.
Taylor, inglés, zurdo y ex olímpico, con marca de 17-0-0, 13 ko’s, se presentará como campeón mundial de las 140 libras por la AMB y FIB. Arriesgará por tercera vez el cinturón de la FIB y por segunda el de la AMB.
Será un duelo interesante, más técnico y cerebral que agresivo, más estratégico que de choque. Ambos pueden fajarse sin problemas, y tienen la pegada para ello, pero prefieren pensar, y poner a pensar al rival, que conectar y recibir.
En el boxeo profesional, entre los varones, sólo ha habido cuatro campeones que al mismo tiempo, han sido campeones mundiales de los cuatro organismos: Terence Crawford, en peso Superligero en 2017, Jermain Taylor en 2005 y Bernard Hopkins en 2001, ambos en peso Medio, así Oleksandr Usyk en peso Crucero en 2018. En el caso de las mujeres, se ha dado en cinco ocasiones: Katie Taylor en peso Ligero en 2019, Jessica McCaskill en 2020 y Cecilia Braekhus en 2014, ambas en peso Welter, así como Claressa Shields en peso Superwelter en 2021 y en peso Medio en 2019.Previo a la aparición de la OMB en 1988, hubo seis casos de campeones que tuvieron los tres campeonatos (CMB, OMB y FIB) al mismo tiempo, como Mike Tyson (1987) en peso Completo, Evander Holyfield (1988) en peso Crucero, Michael Spinks (1983) en peso Semicompleto, Marvin Hagler (1980) en peso Medio, Donald Curry (1985) y Lloyd Honeyghan (1986) en peso Welter, La hazaña que están a punto de consumar José Carlos Ramírez y Josh Taylor, es de gran trascendencia e impacto, y enriquece al boxeo. Que haya sólo un campeón mundial por peso, habla de méritos, de jerarquía y superioridad manifiesta, de que hay un peleador en esa división por encima de los demás, y que merece ser reconocido como el mejor.
Sólo esperar a que la pelea esté a la altura de lo que hay en juego, y que el campeón mundial unificado, absoluto, indisputable o indiscutible, sea el mejor en todos los sentidos (si no hay empate), que no deje lugar a dudas de su superioridad, y que genere la atención y el impacto que merece. Aunque «acá entre nos», sería muy bueno que ese campeón mundial de los cuatro organismos, de las 140 libras, tuviera sangre mexicana.