PARÍS (AP) — A Lionel Messi no le importaron los abucheos durante su último partido con el París Saint Germain, ya coronado monarca de la liga francesa, que cayó el sábado 3-2 ante Clermont.
Los seguidores del club abuchearon a Messi cuando desde los altavoces del Parc des Princes se pronunció su nombre como parte de la alineación en una tarde cálida. Unos minutos después, el argentino ingresó en la cancha, sonriente y tomando de las manos a sus tres hijos.
Vino la foto del conjunto y besos a los pequeños en la frente, antes del despeje inicial.
“Me gustaría agradecer al club, a la ciudad de París y a su gente por estos dos años. Les deseo lo mejor para el futuro”, expresó Messi en el sitio Web de la escuadra.
En dos campañas con el PSG, Messi ganó dos ligas francesas y el Trofeo de Campeones de la nación, además de marcar 32 goles y prodigar 35 asistencias en las distintas competiciones.