Vincent Kompany conoce muy bien al Manchester City, es una leyenda del club y en su regreso al Etihad Stadium al frente del Burnley, demostró que tenía bien preparado el parttido por FA Cup: logró controlar al equipo de Pep Guardiola durante poco más de 30 minutos hasta que…se soltó la bestia.
Dos veces los locales lograron poner mano a mano a Erling Haaland y el noruego no perdonó. Se rompió todo y sobrevino la goleada 6-0, con «hat-trick» incluído, claro.
Al Androide casi no le había llegado la pelota en es primer tramo del partido. El City no había tenido situaciones claras de peligro. Pero el trabajo de Julián Álvarez, esta vez titular, dio sus frutos.
El delantero argentino se puso al servicio de Haaland, moviéndose por todo el frente de ataque para buscar los espacios, para construir. A los 32 minutos, encontró el lugar para filtrar un pase por el centro del campo, que puso a correr al noruego, quien en el mano a mano con el arquero Bailey Peacok-Farrell no dudó en definir sobre su salida.
Burnley no tuvo ni tiempo de reaccionar. Se largó la tormenta de lluvia en Manchester y cayeron los goles uno tras otro. Tres minutos después, Phil Foden se se escapó por la banda izquierda y tocó al centro del área para que Haaland grite el doblete.play1:29
La estadística del primer tiempo señaló un cien por ciento de efectividad de Haaland,con dos remates al arco y dos goles.
El equipo de Kompany intentó sostener su juego hasta el entretiempo, pero al regreso del vestuario, sintió los golpes y cambió.
Y ya todo se jugó a gusto del City. Le cedió el protagonismo, retrocedió y se abrieron los espacios. Así fue que a los 59 minutos llegó el tercero de Haaland, al capturar el rebote en el palo del remate de Foden.
Con el 3-0, el conjunto del Guardiola fue pura contundencia y llegaron el doblete de Julián Álvarez y la anotación del joven Cole Palmer para poner los números finales, que mantienen al Citizen en carrera por otro título.