La particular y poco ortodoxa carrera boxística de Jake Paul podría tomar un rumbo serio.
El influencer de YouTube convertido en boxeador cotizado se enfrentará a un púgil profesional reconocido por primera vez el domingo, cuando suba al cuadrilátero con Tommy Fury, el medio hermano del campeón de los pesados Tyson Fury.
Desde que se aventuró en el boxeo en 2018, Paul ha enfrentado a un colega influencer, a un exbasquetbolista de la NBA y a tres peleadores de artes marciales mixtas. Ha ganado todas esas peleas, dándole forma a su marca ya sólida en el proceso.
Enfrentar a Fury es ampliamente considerado como un paso más formal, y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que está sancionando la pelea, lo reconoce. De hecho, si gana Paul —un joven de 26 años, rubio, barbado y un fenómeno de las redes sociales_, recibirá un sitio dentro del ranking mundial en peso crucero.
“Jake tiene dedicación y respeto por el deporte”, reconoció el organismo, “Y el CMB no tolerará discriminación en contra de nadie. Se merece las oportunidades que cualquier boxeador recibe”.
Difícilmente será un movimiento popular entre los tradicionalistas del boxeo.
Aunque Paul no opera exactamente dentro de esos círculos ni intenta complacer a ese segmento, ha forjado un camino muy diferente en el mundo del boxeo y se ha convertido en un éxito. La pelea con Fury se difundirá en la modalidad de pago por ver y se considera un evento lo suficientemente grande para ser presentado en Diriyah, Arabia Saudí, con mucho dinero de por medio.
Paul obtuvo fama hace una década al publicar videos en Vine y después como actor en el programa Bizaardvark que transmitía Disney Channel. Su crecimiento como influencer no ha estado exento de controversia, incluidas acusaciones de agresión sexual por parte de dos mujeres en 2021, por las cuales no enfrentó cargos formales, y su aparente uso de insultos racistas mientras rapeaba en algunos videos en 2018.
El boxeo representa su pasión más reciente. Se unió al profesionalismo en 2019 y afirmó “tomarlo muy en serio”. El púgil de Cleveland señala que tiene un equipo de apoyo de unas 30 personas para su entrenamiento, que se celebra la mayor parte del tiempo en Puerto Rico.
“Mi vida está en juego”, le dijo al diario británico The Independent, con respecto a la pelea con Fury, “así que no voy a tomar esto a la ligera”.