Por Sócrates Seamanduras
Saúl «Canelo» Álvarez y Elwin «Pulga» Soto ganaron mucho más, que una pelea muy importante en sus respectivas carreras. Y también, mucho más que lo que hayan podido cobrar por esos triunfos.
Cada uno, desde sus perspectivas y nivel, crecieron mucho en sus trayectorias. Vayamos por partes.
El «Canelo» se confirmó como el mejor peleador del momento. Desde luego, sus detractores no desaparecieron, ni desaparecerán. Siempre estarán (y quizá sea positivo para su carrera) y encontrarán cualquier justificación para criticar sus actuaciones, o sus resultados.
En este caso, enfrentó al rival más altamente calificado al que podía enfrentar, Billy Joe Saunders, quien se presentaba como campeón mundial Supermedio OMB (y ya había sido campeón mundial Medio), invicto, medallista olímpico, zurdo y con muy buenos comentarios en cuanto a su nivel y rendimiento.
Álvarez no sólo fue superior, sino que impuso sus condiciones sobre el ring, ofensiva y defensivamente. Golpeó y repitió. Y terminó la pelea fracturándole el pómulo al zurdo inglés. Su triunfo fue inobjetable, y la crítica hacia su desempeño ha sido muy positiva.
Los argumentos en contra (que el rival era un bulto, que era una pelea «arreglada», que Saunders no se vio como antes) sólo fueron expresiones de frustración, o de coraje, ante una superioridad manifiesta sobre el ring, ante un rival que lo intentó, pero que simplemente no pudo.
Por su parte, el «Pulga» Soto, que defendió por tercera vez su campeonato mundial Minimosca OMB ante el japonés Katsunari Takayama, aprovechó la plataforma y proyección, para ofrecer una gran pelea.
Fue al frente, fue valiente, fue agresivo y puso mal en repetidas ocasiones al japonés, hasta que el réferi intervino en el décimo round para determinar el triunfo del mexicano, originario de San Felipe.
Para Soto, pelear en el turno semiestelar de esta cartelera, en una función que fue muy vista a nivel mundial, ante 70 mil espectadores en el estadio de los Dallas Cowboys y en una contienda que resultó muy interesante, lo proyecta como una figura a nivel mundial en las divisiones menores, y como uno de los nombres principales para las promociones que vendrán, este mismo año.
Por ello, «Canelo», que conquistó su tercer campeonato del mundo (vigente) en peso Supermedio, y «Pulga», que defendió por tercera vez su campeonato mundial Minimosca OMB en la pelea que más trascendencia hasta el momento en su carrera, ganaron mucho más que una pelea, el pasado sábado.
Historia, gloria y credibilidad uno… Proyección, reconocimiento y cotización, el otro.
