Japón resistió el bombardeo de Alemania durante más de 75 minutos, hasta que finalmente toda esa resistencia tuvo su recompensa cuando por fin pudieron imponer su futbol y de manera sorpresiva le dieron la vuelta al marcador para conseguir la victoria 2-1 y así conseguir lo que nadie esperaba.
El representativo europeo hizo lo que debía: se encargó de la posesión del balón, hizo desbordes por la banda, y hasta agarró de tiro al blanco al portero Gonda. Pero de nada sirvió porque no tuvieron la contundencia necesaria excepto por un gol de penal y lo pagaron muy caro.
Bien podrían argumentar, como lo hicieron los argentinos, que el VAR les anuló goles injustamente, pero lo cierto es que más de una vez se plantaron en el área con disparos de gol, pero el meta se las ingenió para tapar todo el arsenal teutón. Bueno, hasta el poste estuvo de su lado en un disparo frontal de Gundogan.
La única forma en que Alemania, dirigida por Flick, pudiera anotar un gol fue mediante un penalti que fue bien acertado por Illkay Gundogan para el 1-0 en el primer tiempo. Luego vino el ataque avasallador que parecía iba a terminar con más goles, pero nada, Japón resistió y se levantó.
Sin nada que perder, el técnico Moriyasu hizo cambios y decidió que era momento de buscar el partido. Su primer avisó fue un disparo de Takuma que Neuer desvió a donde estaba Mitoma, quien de forma increíble voló el balón.
En una jugada similar apareció Doan y esta vez acertó para poner el 1-1 en el marcador y desatar la celebración nipona. Japón se soltó y comenzó a jugar como un grande, tocaba el balón en el campo alemán.
Así consiguieron el segundo gol cortesía de Takuma, que esta vez mostró por qué juega en la Bundesliga tras recibir un pase largo, meterse al área y casi sin espacio para disparar y con la marca encima consiguió el 2-1 que derrumbó a Alemania.