Una fiesta reprimida en las calles, de pronto causa mella en el rectángulo verde, pues al menos el primer compromiso de este miércoles, correspondiente al Grupo F de la Copa del Mundo, estuvo falto de emotividad, de intensidad, pero sobre todo de atrevimiento.
Marruecos 0-0 Croacia. La escuadra marroquí, que apenas suma dos triunfos de justas del tipo, dedicó su tiempo a defenderse a piedra y lodo, y parece que al final su apuesta fue buena, pues aunque no ganó, tampoco perdió. ¡Tablas!
En la otra cara, el conjunto croata, se quedó corto con todo y sus figuras, porque además se encontró con la buena actuación del portero africano, quien dijo alto cuando las acciones pudieron merodear en lo fatalista para el rival.
Los europeos, al mando en mediocampo del genio, Luka Modric, del Real Madrid, mostró como siempre destellos, aunque lo cierto es que sus compañeros no entonaron con el futbol del volante merengue.
Ni Ivan Perišić, del Tottenham Hotspur, lo mismo que el delantero Andrej Kramarić, quien prueba suerte en la Bundesliga, con el TSG 1899 Hoffenheim, fueron para el ‘10’ de su seleccionados, y los chispazos más bien fueron de los elementos que están lejos de ser señalados.
Mientras, por Las Águilas, quien suponía ser el tipo que podía cambiarle la cara a su escuadra, el delantero del Chelsea, Hakim Ziyech, éste más bien fantasmal.
Apenas insinuaciones, dos tiros a puerta, pero lejanos al gol, y entonces el encuentro fue uno infumable para ambos combinados.
El incansable Modric, siempre protagonista en el relato, con 37 años a cuestas fue de los que más empujó, pero estaba claro que, solo, se iba a seguir de largo en su intento.
Y es que aun cuando el técnico Zlatko Dalić ponderó el futbol al ataque, netamente ofensivo, cuando su equipo pudo intentar o armar algo distinto, se encontró con la buena actuación del guardameta Yassine Bounou.
Bono se creció en el momento oportuno, y más cuando los remates fueron la constante, pues en la acción más peligrosa, desvió un cabezazo con buen lance, y luego la contra del ‘6’, Dejan Lovren, en un instante en que saliendo de su zona de seguridad, se animó a ir al frente para buscar su remate luego del tiro libre.
Para cerrar el cotejo, el zaguero de Los Ajedrezados, quien usa una máscara bastante peculiar, Joško Gvardiol, también probó suerte arriba, aunque su intento fue con falta y el duelo se mantuvo como un somnífero.