El mediobrasileño Globo Esporte dio a conocer que el lateral de Pumas, Dani Alves, está siendo investigado por el Ministerio Público Federal de Brasil por, supuestamente, haber recibido 1.3 millones de euros en una organización no gubernamental (ONG) que preside, pero que se encuentra inactiva.
De acuerdo con la información, las autoridades sospechan que Alves y el exfutbolista Emerson Sheik tomaron estas organizaciones inactivas para burlar los requisitos legales que se deben cumplir para recibir fondos públicos, ya que al estar ‘fuera del mapa’ no están registradas ante instituciones oficiales y, por ende, algunos movimientos pueden pasar desapercibidos.
Globo Esporte detalló que el informe de las autoridades señala que estas organizaciones de «estantería» se utilizan para «escapar de la regla que establece la necesidad de que las entidades de la sociedad civil tengan tres años de antigüedad para firmar convenios con el gobierno federal«.
Esto habría facilitado el depósito de los 1.3 millones de euros a la ONG, movimiento en el que estarían involucrados altos mandos del Ministerio de la Ciudadanía y la Secretaría Nacional de Deportes.
Asimismo, la fuente agrega que el objetivo del Ministerio Público Federal de Brasil es «investigar posibles irregularidades en la transferencia de R$ 6,2 millones del presupuesto federal, a través de la Secretaría Nacional de Deportes, a dos ONG, hasta entonces inactivas y recientemente asumidas por los jugadores Emerson Sheik y Daniel Alves«.
Por ahora la investigación continúa y en los próximos meses el jugador podría tener que comparecer ante la justicia brasileña e, incluso, tener que pagar altas cantidades de dinero para saldar alguna multa.
Por otro lado, Globo Esporte dio a conocer que una de las ONG que preside Alves, llamada Instituto ADN, estuvo envuelta en una polémica similar el pasado mes de abril.
La fuente señaló que el director de Instituto ADN, Maurício Carlos dos Santos, fue enjuiciado e investigado por las autoridades brasileñas, las cuales «encontraron que desvió dinero público de la Confederación Brasileña de Lucha Libre (CBW)».