SAN DIEGO – Tal vez fue un desliz. Quizás un deseo. O puede que sencillamente A.J. Preller tenga claro qué es lo que quiere.
Cuando se le pidió reevaluar el megacambio que hizo tres meses atrás, el gerente general de los Padres habló sobre el impacto que tuvieron el dominicano Juan José Soto, Josh Hader, Josh Bell y Brandon Drury para que los Padres hayan llegado hasta la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Luego dijo esto:
“Probablemente lo más importante, al menos con Hader y Juan Soto, es que esto continúa”, mencionó. “Al final, no sólo fue una renta. En el caso de Juan, podría estar aquí por muchos años”.
Soto tiene dos años más de elegibilidad de arbitraje salarial, lo que quiere decir que no ingresaría al mercado libre sino hasta después de la temporada del 2024. Pero los Padres cedieron una gran parte de sus fincas para adquirirlo, en un canje que involucró hasta a ocho jugadores. Así que, naturalmente, el club estará interesado en asegurarlo a largo plazo.
“Tendremos esa conversación”, comentó Preller. “Desde el punto de vista de Juan, está conociendo la ciudad y la organización. Cuando hicimos el cambio, sabíamos que lo tendríamos para competir en tres postemporadas… es un jugador increíblemente talentoso, un jugador de impacto. Tendremos esas conversaciones. En este receso de temporada se trata de medir la temperatura, saber lo que piensa de aquí en adelante”.
Claro, Soto es una superestrella generacional que está en su mejor momento. Cumplió apenas 24 años el martes. Antes del cambio que lo llevó a San Diego, rechazó una extensión de contrato valorada en US$440 millones con los Nacionales.
No está claro cuánto se necesitará para asegurar una extensión de contrato, pero los Padres parecen estar convencidos en comenzar esa negociación este invierno. Desde su llegada, Soto se ha negado a hablar de una posible extensión. Pero conversando con la prensa luego de la derrota de San Diego en el Juego 5 en Filadelfia, mostró su alegría de estar jugando con San Diego.
“Desde que llegué para acá, me han hecho sentir en casa – el público, mis compañeros, todos”, dijo Soto. “Se siente bien. Me sentí muy cómodo aquí, incluso a pesar de que las cosas no salieron a mi favor al comienzo”.
Efectivamente, el dominicano tuvo altibajos tras su llegada a San Diego, al menos bajo sus propios estándares. Bateó .236/.388/.390 con seis jonrones en 52 juegos luego del cambio.
Pero Soto conectó varios de los hits más importantes de los Padres en la postemporada, incluyendo jonrones claves en los Juego 4 y 5 de la SCLN, junto a un sencillo remolcador que sirvió para igualar el cuarto encuentro ante los Dodgers en la SDLN. También conectó un inatrapable ante el lanzallamas puertorriqueño de los Mets, Edwin Díaz, en el Juego 3 de la Serie del Comodín.
“Desde que llegué ha sido increíble. Los fans, cuánto ruido hacen y qué divertidos son”, dijo Soto. “Volveremos el año que viene más fuertes y listos para todo. Tenemos un equipo realmente bueno y talentoso. Muy joven. Creo que podemos hacer mucho daño”.
