CHARLOTTE, Carolina del Norte EEUU (AP) — Steve Wilks sabe que enfrenta una batalla cuesta arriba en Carolina.
Pero ello no le impidió aprovechar la oportunidad de hacerse cargo como entrenador interino de los Panthers después de que Matt Rhule fue despedido de forma abrupta el lunes.
Wilks tiene confianza, pero sabe que no hay muchas probabilidades de que sea ascendido para quedarse de forma permanente en el puesto la próxima temporada.
“No parpadeé ni un momento”, dijo Wilks el martes. “No estoy preocupado por el resultado final. Sólo me preocupa aprovechar cada día y el darnos la oportunidad de tener éxito”.
Desde 2000, 40 personas han asumido el cargo de interino en la NFL después de la salida del entrenador en jefe a mitad de una temporada. De ellos, solamente 10 han asumido la responsabilidad de tiempo completo en el cargo a la siguiente temporada.
Quien lo consiguió más recientemente fue Doug Marrone con Jacksonville en 2016.
Jason Garrett tuvo la gestión más extensa de cualquier interino contratado, al acumular un récord de 80-64 en nueve temporadas con Dallas después de reemplazar a Wade Phillips en 2010, llegando a playoffs tres veces con los Cowboys.
Incluso ha sido más complicado para los entrenadores negros, como es el caso de Wilks.
Desde 1990, 14 entrenadores negros han sido contratados como interinos y solamente tres han recibido ascensos para ocupar el cargo de forma regular: Romeo Crennel, en Kansas City; Leslie Frazier, en Minnesota; y Mike Singletary en San Francisco, de acuerdo con el Washington Post.
Por supuesto, la razón principal por la que los entrenadores interinos tienden a sufrir es que tradicionalmente heredan una mala situación, justo como ocurre con Wilks en Carolina.
Los Panthers (1-4) han perdido 11 de los últimos 12 partidos y no han llegado a la postemporada desde 2017.
Pero Wilks es optimista de que 12 partidos, incluidos cinco ante rivales de la misma división, serán suficientes para enmendar el camino.
“Sé lo que se necesita. He estado aquí cuando las cosas iban bien”, dijo Wilks, quien fungió como asistente defensivo entre 2012 y 2017. “Llegamos a un Super Bowl. Así que ser capaz de alcanzar ese punto es la razón por la que quería aceptar y tomar este trabajo”.
El dueño de los Panthers, David Tepper, dejó claro el lunes que no le ha hecho promesas a Wilks en lo que se refiere a su continuidad.