NUEVA YORK – Gerrit Cole cumplió por los Yankees en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Americana contra los Guardianes el martes, con 6.1 entradas de cuatro hits, una sola carrera y ocho ponches en la victoria de Nueva York sobre Cleveland.
El jueves, Néstor Cortés Jr. no sólo tratará de seguir ese ritmo establecido por Cole en postemporada y darles a los Bombarderos del Bronx una ventaja de 2-0 en la serie al mejor de cinco, sino también intentará mantener su propio paso establecido en la campaña regular, cuando el zurdo cubano tuvo marca de 12-4, efectividad de 2.44 y EFE+ de 159 en 28 aperturas.
Para Cortés, nacido en Cuba y criado desde los siete meses en Hialeah, Florida, será su primera presentación de por vida en los playoffs.
“Es algo que obviamente he soñado desde chiquito”, dijo Cortés. “Pienso que tener la oportunidad de abrir el segundo juego de la postemporada es algo inmenso para mí, para mi familia. Estoy agradecido, contento (de) poder hacerlo”.
La historia de Cortés, convocado a su primer Juego de Estrellas en el 2022, es bien conocida. Seleccionado en el Draft amateur en el 2013 por los Yankees, el zurdo tuvo muchos altibajos en los primeros años de su carrera profesional. Subió a las Grandes Ligas por vez primera en el 2018 con los Orioles y luego lanzó con los Marineros.
Ahora, en su tercera estadía con la organización de los Yankees, Cortés ha aprovechado desde el 2021 una excelente recta cortada que afinó en la temporada del 2018-19 en la Liga Dominicana con las Estrellas Orientales. En las últimas dos campañas, el serpentinero de 27 años lleva récord de 14-7 con promedio de carreras limpias de 2.61, ganándose el apodo de “Nasty Néstor” y convirtiéndose en pieza clave de la rotación de Nueva York.
“Ha sido crucial”, dijo el manager de los Yankees, Aaron Boone, después de la última apertura de Cortés en la temporada regular del 2022. “Los fanáticos lo quieren, y con razón. A él le encanta llevar el uniforme rayado y lanzar aquí”.
Gracias a un amplio repertorio que incluye una recta de cuatro costuras, la recta cortada y una serie de pitcheos secundarios, Cortés ha podido mantener fuera de paso a los bateadores contrarios este año, hasta el punto de que esa efectividad de 2.44 es la tercera mejor de parte de un abridor de los Yankees desde 1969, después de las de Ron Guidry (1.78 en 1978) y Steve Kline (2.40 en 1972).
“Ha continuado mejorando, sin descansar, siempre buscando la manera de mejorar”, dijo el toletero de los Yankees, Giancarlo Stanton. “Mantiene las cosas leves. Siempre se ríe, siempre la pasa bien y luego sale y (domina) cada cinco días”.
Uno de los aspectos por los que la personalidad de Cortés se ha ganado una buena fama es por sus aportes de café cubano en el clubhouse de los Yankees. Pero ahora, ese “combustible” tiene que ser su brazo izquierdo y seguir con lo que hizo en la campaña regular.
“Estamos aquí para ganar”, dijo Cortés. “Estamos aquí para competir y darnos la mejor oportunidad de avanzar a la Serie de Campeonato.
“Ésa es siempre la meta, desde que entramos a Spring Training, de pelear por un anillo. Siempre está en nuestras mentes”.