Por insistencia en el primer tiempo, más que por claridad, desborde y ocasiones, el Chelsea solventó su atasco contra el Everton por un gol de penalti al borde del descanso de Jorginho y por dos paradas de Edouard Mendy, una en cada tiempo, que sostuvieron al conjunto londinense, con Marcos Alonso, en el foco del Barcelona, fuera de la convocatoria y con el debut de Marc Cucurella.
El último millonario fichaje del bloque de Thomas Tuchel, traspasado este viernes desde el Brighton, aguardó entre los suplentes hasta el minuto 74, cuando empezó su recorrido en el Chelsea, que, a nivel global, manejó la posesión durante casi todo el duelo, pero fue demasiado previsible frente al repliegue que propuso Frank Lampard, leyenda ‘blue’ y ahora en el banquillo del Everton, al que salvó del descenso hace unos meses.
El Chelsea amagó mucho, surcó el área, se sintió casi siempre con el control relativo a través de la pelota (también porque su rival se lo permitió cuando se echó por iniciativa propia hacia atrás), pero se quedó en poco en los últimos metros, donde de verdad se marcan las diferencias, salvo en la internada de Chilwell en el minuto 51 aún del primer tiempo que provocó el penalti que le permitió solucionar el duelo.
La pena máxima la transformó Jorginho. Su ejecución frente a Pickford -el portero se lo paró en la final de la Eurocopa 2020 en el choque entre Italia e Inglaterra en Wembley- fue milimétrico. No sólo engañó al guardameta, que se lanzó para su izquierda cuando el lanzamiento fue a su derecha, sino que lo ajustó tanto al poste, raso, que habría sido imposible que lo hubiera alcanzado de haber acertado el lado al que estirarse.
El gol alivió al Chelsea, que había dispuesto de alguna ocasión antes, como el gol anulado a Sterling en un fallo de Pickford que fue invalidado por la posición de fuera de juego del atacante, aparte de una docena de saques de esquina, pero que también se asustó con el cabezazo anterior de Tarkowski al que voló Mendy con suma agilidad.
Ya no estaba sobre el terreno Godfrey, lesionado aparentemente de gravedad en el Everton antes del cuarto de hora. Fue retirado en camilla, con su pierna derecha inmovilizada, entre el aplauso de sus aficionados, tras ser atendido durante varios minutos sobre el mismo césped. La apariencia es una dolencia importante en el tobillo derecho. Lampard perdió entonces a un defensa. Una hora después se quedó sin otro: Yerry Mina, por una lesión muscular. Otro contratiempo.
Ya entonces, el Everton había cambiado algo la dinámica del partido. Conforme el Chelsea con su mínima ventaja, el equipo de Liverpool se sintió con más recorrido, tampoco sin excesivas ocasiones, pero con una presencia en el otro campo que antes no había ni percibido, aunque fuera tan intermitente como insustancial, salvo en un pasaje concreto.
En un saque de esquina, Mendy falló primero para arreglarlo después con otra intervención clave frente al remate franco de Doucoré que repelió con todo para sostener el 0-1 a su favor, del que ya no hubo más sobresaltos y en el que debutó Marc Cucurella como carrilero izquierdo, donde provocó una de las mejores ocasiones del segundo tiempo del Chelsea. Jugó 26 minutos. Entró en el 74. El partido se fue hasta el 100.