La joven de 22 años Erika Do Rosario Nieves, declarada el pasado febrero legalmente hija del exfutbolista camerunés Samuel Eto’o, ha presentado una querella contra él por el impago de más de 72 mil euros de pensión alimenticia, que, en el caso de prosperar, podría suponer una pena de prisión.
Según ha explicado a EFE su abogado, el sevillano Fernando Osuna, la querella se ha presentado tras reclamar por vía judicial el pago de dos años de manutención atrasados, tras varios intentos infructuosos de ponerse en contacto con el jugador, por lo que reclama que «sea condenado por un delito de impago de pensión de alimentos».
El letrado ha añadido que «la economía de la hija es muy débil, mientras que su padre vive a todo lujo», por lo que ha presentado la demanda en el juzgado de primera instancia número 83 de Madrid, el mismo que determinó la paternidad de Eto’o tras declararse el camerunés en rebeldía y no atender a las pruebas presentadas en su contra.
Erika Do Rosario Nieves presentó en 2018 una demanda para que le fuera reconocida la paternidad del exfutbolista, que conoció a su madre, Adileusa, en una discoteca de Madrid en 1997, cuando el jugador militaba en el CD Leganés, tras presentarlos un amigo común.
Aunque la demanda se presentó en 2018, la pensión de manutención se concedió en una vistilla celebrada en 2020, que es lo que ahora se reclama.
Según explica, la madre de la joven comunicó en febrero de 1998 al jugador que estaba embarazada y éste «le dijo que actuaría de forma responsable respecto al hijo común, aunque prefería que no tuviera al niño«.
Ha añadido que «durante el embarazo intentó comunicar con el futuro padre, pero este no contestó a sus llamadas telefónicas ni a sus correos» y le avisó mediante un mensaje telefónico de que iba a dar a luz, sin obtener respuesta por su parte.
La niña nació en 1999 en el hospital de la Fundación Alarcón de Madrid, cuando el futbolista militaba en el RCD Espanyol, sin que el jugador la reconociese en ningún momento.
Para sacar adelante el proceso, la joven aportó pruebas biológicas que avalaban su testimonio, lo que hizo que el juez admitiese la demanda, aunque Eto’o nunca atendió los requerimientos del juzgado.