LATROBE, Pennsylvania, EE.UU. (AP) — Hay momentos en el terreno de juego cuando T.J. Watt se queda en blanco. El rugido del público queda atrás. Desaparecen también ante sus ojos los otros 21 jugadores en el campo, salvo uno.
En esos momentos, Watt imagina que sólo existen él mismo y la persona que tiene el balón. El reinante Jugador Defensivo del Año no sabe cuándo llegan esos momentos.
El linebacker exterior de los Steelers de Pittsburgh no puede dar muchos detalles incluso de cuándo le ocurre ese fenómeno.
Esto explica por qué Watt pudo esbozar sólo una pequeña sonrisa cuando le preguntaron sobre la jugada con el receptor novato Calvin Austin III —de 1,75 metros y 73 kilogramos— durante el entrenamiento del martes. Austin atrapó un pase corto y bombeado del quarterback Mitch Trubisky e intentó dar la vuelta a la esquina.
Era la esquina de Watt. No resultó bien. No para Austin.
Watt separó un par de obstáculos de loqueo y después llevó a Austin al suelo en el Chuck Noll Field. Pero no fue todo. Watt se puso de pie y caminó frente a Austin flexionando los músculos, un destello de Watt en su apogeo.
¿Fue necesario? No, pero…
“A veces pierdes el conocimiento e intentas divertirte, involucrar a la gente”, aseguró Watt.
Esos momentos se han vuelto más comunes mientras Watt evoluciona de ser el “hermano pequeño de J.J.” a uno de los mejores jugadores en su posición. Antes de la campaña de 2021 firmó un de los contratos más grandes para un defensivo en la historia de a NFL y correspondió empatando el récord de liga con 22 1/2 capturas y siendo elegido sin dudas como el mejor defensivo de la liga.
Bajo cualquier métrica, se trató de una temporada histórica. Cualquier métrica menos una.
“Tenemos que ganar un Super Bowl”, reconoció Watt el miércoles.
Es algo de lo que el equipo no ha estado cerca desde que lo seleccionaron en el draft de 2017. Los Steelers no han ganado ningún partido de playoffs desde que llegó Watt.
La mejor oportunidad que tiene Pittsburgh de competir en una talentosa División Norte de la Conferencia Americana requerirá que la defensiva redescubra el talento que fue difícil de encontrar en el pasado otoño.
También es necesario. Watt conoce muy bien la historia de los Steelers. Sabe que es el eslabón más reciente de una larga cadena de grandes linebackers de Pittsburgh que se remonta casi 50 años. Muchas de esas leyendas a las que intenta emanar tienen varios anillos de campeonato.
Watt sigue buscando su primero. Sabe que difícilmente lo podrá lograr por si solo.