Con dos semanas y tres partidos menos de recorrido en esta pretemporada, el Atlético de Madrid no sólo aplacó al Manchester United, al que redujo a una expresión menor en ataque en cuanto superó los primeros minutos de inseguridad y se ajustó sobre el terreno de juego del estadio Ullevaal de Oslo, sino que además lo doblegó por medio de Joao Félix, cuyo reestreno fue concluyente en la victoria por 1-0.
Su gol en el minuto 86 -dos toques con la derecha para conectar un tercero, el del tiro, desde fuera del área, lejos del alcance de David de Gea- expresó la determinación de un futbolista del que aún se aguarda su explosión definitiva, pero del que nadie duda de sus condiciones y su talento para ser todo lo que quiera. En ello está. Ha demostrado fases de su incontestable fútbol en tres años. Le falta agrandarlo con constancia para ser aún mejor.
El United empezó la pretemporada el pasado 27 de junio. El equipo rojiblanco, el 10 de julio. También ha disputado tres partidos más de preparación que él. Ni siquiera tal ventaja fue una excusa para el Atlético, cuyos futbolistas apenas habían recorrido 45 minutos de juego antes de este encuentro, en el reparto de un tiempo para cada uno del pasado miércoles.
El partido no fue un amistoso al uso. El ritmo, la tensión (incluso hubo un amago de tangana por un feo gesto con el codo de McTominay para impedir la salida de Jan Oblak, que luego dejó la pierna, o la expulsión final de Fred), las infracciones y la ambición de los dos bloques delataron que no era un simple encuentro veraniego. El espíritu competitivo de ambos no admite términos medios. Y mucho menos, el Atlético de Simeone.
En los vaivenes propios de la pretemporada, el Atlético zozobró al principio, cuando el United lo arrinconó en los primeros instantes con las ocasiones casi consecutivas de Rashford (el extremo superó por momentos al debutante Nahuel Molina, que sufrió a su espalda al principio aunque también demostró su buen pie y su interesante visión ofensiva); Martial (su acción puso en entredicho la concentración en los primeros minutos de Giménez, que se despistó en un rechace que era nada más suyo) o Lindelof, con un cabezazo, que disparó ya las alarmas en Simeone, alertado por la vulnerabilidad que desprendía su equipo.
También queda labor en ataque, por más que Joao Félix fuera incontestable con su gol. Su equipo no tiró a portería en todo el primer tiempo. Hubo dos remates: Correa y Kondogbia.
Los dos, fuera. También alguna acción en el inicio del segundo tiempo de Matheus Cunha, antes de dejar su sitio, como todo el once titular menos Reinildo y Oblak, a Sergio Díez, Wass (de central derecho), Witsel y Saúl, en la defensa de cinco, junto a Reinildo; Griezmann, Koke, De Paul y Joao Félix, en el centro del campo; y Morata, en la delantera.
No fue antes porque Saúl remató alto un centro de Joao Félix, que, en el minuto 86, agarró la pelota, tocó tres veces el balón y firmó el triunfo atlético… También la primera derrota veraniega del United.