A pesar de ser muy Culé, a Messi no le está cayendo en gracia que el Barcelona, en particular su presidente, Joan Laporta, se refiera constantemente a su posible regreso al Camp Nou. El futbolista se hartó de la situación, por lo que tomó medidas para intentar que el directivo azulgrana no lo vuelva a hacer.
Así lo develó Manu Carreño en el programa español El Larguero de la Cadena Ser. El periodista aseguró que el delantero, así como su padre, están muy molestos con los dichos del presidente blaugrana, quien recientemente comentó en L’Esportiu que, para que Messi volviera a jugar con los Culés tendría que fichar gratis.
Por otro lado, agregan que Messi no comprende por qué Laporta habla constantemente de él, sobre todo, cuando en una entrevista posterior a su salida del Barcelona aseguró que el directivo no se comportó a la altura cuando se trató de su salida.
«Nadie me pidió jugar gratis pero al mismo tiempo me parece que están fuera de lugar las palabras que dijo el presidente. Me dolieron porque creo que no tiene necesidad de decir eso, es como sacarte la pelota de encima y no asumir sus consecuencias, ni hacerse cargo de las cosas. Esto hace pensar a la gente o genera un tipo de dudas que creo que no me lo merezco», comentó.
El enojo llegó a tal nivel que, según Mundo Deportivo, el padre de Messi llamó a Joan Laporta para pedirle que no volviera a hablar de su hijo, ya que está muy molesto por los diversos comentarios que ha hecho, mientras que Leo se mantiene ligeramente al margen de la situación.