Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, no quiso hablar de basquetbol sino de la matanza en una primaria de Texas, donde un adolescente de 18 años mató a 19 niños y dos maestros
“En los últimos 10 días, hemos tenido ancianos y negros asesinados en un supermercado en Buffalo, hemos tenido feligreses asiáticos asesinados en el sur de California, ahora tenemos niños asesinados en la escuela.
¿Cuándo vamos a hacer algo? Estoy cansado. Estoy tan cansado de subir aquí y ofrecer condolencias a las familias devastadas que están allá afuera”, se mostró eufórico el exjugador, y en tres ocasiones golpeó la mesa.
El ataque en Uvalde, Texas, es el último de una ola de tiroteos en Estados Unidos.
Los reclamos de Kerr fueron dirigidos a los senadores estadunidenses con la finalidad de que se apruebe una ley de control de armas.
“Hay 50 senadores en este momento que se niegan a votar sobre la ley para prohibir el control de armas de fuego, que es una regla de verificación de antecedentes que la Cámara aprobó hace un par de años. Ha estado sentada allí durante dos años. Hay una razón por la que no lo votarán: para aferrarse al poder”, indicó.
Ayer, el mismo presidente de EU, Joe Biden, hizo un reclamo elevado tras la masacre.
«¿Cuándo, por el amor de Dios, nos vamos a enfrentar al lobby de las armas? Estoy asqueado y cansado. Tenemos que dejarle claro a todos los funcionarios electos de este país: es hora de actuar», apuntó.