El temor es que la UEFA esté creando un “monstruo” con los cambios en la Liga de Campeones que hará aún más rica a la élite.
Axel Hellman, el director general del Eintracht Frankfurt, dice que está trabajando con otros clubes de la clase media para intentar frustrar los planes de la UEFA de otorga dos plazas a los equipos en función de su historial en Europa durante cinco años si no se clasifican gracias a sus resultados en las ligas nacionales.
Las plazas para dos equipos, basadas en los puntos acumulados del coeficiente UEFA, están previstas para 2024, cuando la Liga de Campeones introduzca un nuevo formato y se amplíe de 32 a 36 equipos.
“Si participas en la Liga de Campeones, tu coeficiente es cada vez más alto y la tienda se cierra más”, dijo Hellman en una videollamada el lunes. “Así que no creo que ese deba ser el requisito adecuado para participar en las competiciones europeas. Yo estaría más abierto a otras ligas y otros clubes, y la clasificación nacional es, por tanto, la puerta más importante que hay que mantener abierta.”
El Eintracht es uno de los equipos eclipsados en Alemania por el dominio de un Bayern Múnich enriquecido por los ingresos de la Liga de Campeones y cargado de éxitos europeos. Pero se preparan para su segunda semifinal de la Europa League en cuatro temporadas, el jueves contra el West Ham de Inglaterra.
Hellman trabaja para salvaguardar que las ligas nacionales de menor calado tengan acceso a las copas europeas, garantizar que la distribución de los premios en metálico de la UEFA y los ingresos televisivos estén mejor equilibrados entre las competiciones, y para asegurarse de que la sostenibilidad financiera esté rigurosamente vigilada.
Para Hellman, la aplicación de las normas es importante para brindar equilibrio en las competiciones europeas, en lugar de inclinarlas aún más a favor de los equipos poderosos, muchos de los cuales intentaron, sin éxito, salirse y formar una Superliga hace un año.
“La otra alternativa será clara si no hacemos esto hasta cierto punto, tendremos nuestro propio monstruo”, dijo Hellman. “Los clubes de la Liga de Campeones generarán cada vez más, y un día intentarán entrar en la Superliga porque es su única posibilidad de satisfacer sus necesidades de capital. Y eso es algo que tenemos que evitar”, añadió.
“Por eso, junto con algunos otros clubes, estoy muy convencido de la iniciativa de reforzar los intereses de los clubes europeos de clase media”, añadió.
Incluye a equipos como el suyo, el Eintracht, habitual participante de las competiciones europeas en las últimas temporadas. El equipo alcanzó la final de la Copa de Europa de 1960, perdiendo ante un Real Madrid en el que figuraban Ferenc Puskás y Alfredo Di Stéfano, ante unos 130.000 aficionados, y ganó la Copa UEFA, precursora de la Europa League, al vencer al Borussia Mönchengladbach en la final de 1980.
Si el Eintracht, actualmente noveno en la Bundesliga, vence al West Ham en la eliminatoria a ida y vuelta y luego gana la final de la Europa League, se clasificará para la Liga de Campeones.
“Creo que la diferencia entre la Liga Europa y la Liga de Campeones es demasiado grande, la diferencia es demasiado grande”, señaló Hellman. “De lo que no soy partidario es de construir paso a paso, una tienda cerrada que sólo genera beneficios sobre sí misma”.