JUPITER, Florida — Aunque el feliz regreso de Albert Pujols a los Cardenales llega al corazón, tanto para el nostálgico futuro Salón de la Fama y la fanaticada que lo apoyó cuando jugaba en San Luis y con otros equipos – también existe la alta expectativa de que quien alguna vez fuera un temido cañonero pueda aportar algo de producción desde la posición de bateador designado.
Tener éxito como BD es mucho más complicado de lo que algunos en el béisbol podrían pensar. Por lo tanto, los Cardenales decidieron tomar en cuenta al veterano de 42 años de edad para dicho puesto, debido a la riqueza y profundidad de su experiencia y su gran historial de fajarse en la caja de bateo.
Pujols, un Cardenal del 2001 al 2011 cuando ganó tres Premios a Jugador Más Valioso en la Liga Nacional y llevó a la franquicia a ganar dos títulos de Serie Mundial, usará el conocido Nro. 5 en San Luis, pero ya no patrullará más la primera base a la defensa.
El cuatro veces ganador del Guante de Oro, Paul Goldschmidt, es el dueño de ese puesto, lo que significa que Pujols obtendrá la mayor parte de su tiempo de juego como BD o bateador emergente en situaciones de apremio en la recta final de los partidos. Bateador designado es un rol que el dominicano conoce muy bien desde que estaba con los Angelinos. Además, en el pasado Pujols acudió a varios jugadores contemporáneos con calibre de Salón de la Fama para pedirles consejos sobre cómo lidiar con esta posición, a menudo bastante complicada.
“Al principio, cuando estuve como BD en varias ocasiones, tuve que llamar (al dominicano) David Ortiz para que me guiara en todo y me ayudara. También hablé con (el puertorriqueño) Edgar Martínez cuando fui a Seattle, así que me siento cómodo en esa posición”, aseguró Pujols. “Debes tener la mentalidad adecuada para este rol y tienes que prepararte para ello. No es fácil, pero cuando sabes que debes prepararte para asumirlo, eso ayuda. Tienes que encontrar una pequeña rutina para prepararte”.
El presidente de los Cardenales, John Mozeliak, y el manager dominicano, Oliver Mármol, arrancaron los entrenamientos primaverales con la esperanza de que uno de los candidatos internos jóvenes de la organización –el venezolano Juan Yépez, Nolan Gorman o Lars Nootbaar— pudieran asumir el rol de BD. Pero cuando esos jugadores batallaron en la caja de bateo, la organización cambió el enfoque y se inclinó por una cara conocida. Un bateador con promedio de .297 en su carrera, Pujols tiene 679 cuadrangulares, 2,150 carreras empujadas y 3,301 imparables. Necesita 18 jonrones para superar a Alex Rodríguez y adueñarse del cuarto lugar de todos los tiempos y 21 bambinazos para unirse a Barry Bonds, Hank Aaron y Babe Ruth como los únicos jugadores en llegar a los 700 estacazos de por vida.
“Al final del día, cuando observas ese puesto de BD, ¿necesitas a un veterano ahí? No. ¿Es útil? Sí”, indicó Mármol, quien piensa que Pujols no tendrá problema para estar listo para el Día Inaugural el 7 de abril en Busch Stadium en contra de los Piratas. “Cuando le estás pidiendo a alguien que agote básicamente cuatro turnos como emergente – eso es básicamente lo que es – es algo que se aprende, y la experiencia ayuda.
Mármol decidió que los Cardenales necesitaban experiencia en el puesto de BD tras una charla con Corey Dickerson, un veterano que el equipo firmó para que fungiera como BD desde el lado izquierdo del plato. La última vez que Pujols fue un BD de tiempo completo con los Angelinos fue en 2017 – previo a la llegada del japonés Shohei Ohtani – y bateó .241 con 23 cuadrangulares y 101 impulsadas en 593 turnos esa campaña.
Si Pujols puede acercarse, aunque sea un poco, a la temida presencia que brindó durante sus años mozos con los Cardenales, podría batear tan alto como quinto en el orden. Tal escenario podría darle a San Luis dos resultados potencialmente beneficiosos. Primero, le permitiría a la franquicia elevar a su estrella en ascenso Dylan Carlson al primer puesto en la alineación, donde los Cardenales batallaron para generar una producción consistente el año pasado. Además, el poder de Pujols podría aportar protección para los toleteros de la parte gruesa del lineup: Tyler O’Neill, Nolan Arenado y Goldschmidt.
“El hombre sabe cómo ganar y ha sido un ganador toda su carrera”, destacó el coach de pitcheo de los Cardenales, Mike Maddux, alguien que ha estado en el béisbol el tiempo suficiente como para recordar claramente los mejores años de “La Máquina”. “Estoy seguro de que hay muchachos en nuestro clubhouse que han jugado Wiffle Ball (una versión simplificada del juego de béisbol) mientras imitaban a Albert Pujols. Su personaje y producción resuenan. Y cuando lo ves pararse en esa caja de bateo, ves a un campeón”.
Pujols dijo que su sueño sería terminar su carrera en San Luis como campeón por tercera vez. A pesar de toda la nostalgia asociada con su regreso a los Cardenales – y lo emocionado que está el mismo veterano por jugar de nuevo junto a sus grandes amigos, el careta puertorriqueño Yadier Molina y el lanzador Adam Wainwright – la única meta de Pujols es tratar de ganar la Serie Mundial, insistió el dominicano. Para lograr eso, Pujols dijo que asumirá cualquier rol que el equipo necesite.
“Tiene que ver con tratar de ayudar a este equipo a ganar juegos”, reiteró Pujols, quien bateó .378 con dos jonrones y 10 empujadas como bateador emergente por los Dodgers el año pasado. “Eso es todo lo que estoy tratando de hacer y nada me va a distraer. Sin importar si juego la primera base cuando Goldschmidt necesite un día de descanso, o me pongan como designado, estaré listo. Mi trabajo es estar en el clubhouse, [Mármol] es quien arma el lineup y [Bill DeWitt Jr. y Mozeliak] quienes toman las decisiones. Mi trabajo es estar listo cuando escuche mi nombre”.