(TorosDeTijuana.com-Armando Esquivel) – Agustín Murillo no tiene fecha de caducidad.
El jueves 5 de mayo, Toros de Tijuana enfrentará a Tecolotes de los Dos Laredos en el estadio Chevron y el tercera base estará llegando al “cuarto piso” celebrando sus primeras cuatro décadas de vida, sin embargo, parece que el paso del tiempo le sienta muy bien.
El egresado de la Liga de Beisbol Amateur de La Mesa está por arrancar su temporada 16 en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), ya que debutó en 2007 con los desaparecidos Dorados de Chihuahua, aunque la gran parte de su carrera fue pilar en Sultanes de Monterrey con catorce campañas en los “fantasmas grises” y compartió el 2021 con Bravos de León.
Podría pensarse que Agustín Patrick Murillo Pineda está cuesta abajo y en la parte final de su carrera, sin embargo, él piensa lo contrario.
“Me encuentro en el mejor momento de mi carrera, ya que estoy experimentando algo nuevo que es la edad, ahora nos están empezando a poner a los veteranos cierta “fecha de caducidad” y creo que debe ser todo lo contrario; creo esta es una buena etapa si se trabaja bien y se mantiene el físico en óptimas condiciones”, comentó el “Guty” durante su primer encuentro con el colectivo de medios que cubren la fuente de beisbol en la ciudad.
A pregunta del reportero Rodrigo Peguero, el antesalista de Toros de Tijuana dejó en claro que el trabajo en los años mozos es lo que habrá de definir los años de carrera que puede tener un jugador y expuso su propio ejemplo, al asegurar que durante muchos años se estuvo preparando para llegar a este momento en las mejores condiciones.
“Tengo 39 años y no sé cómo se debe de ver una persona de 39 años pero yo me siento muy bien y toda mi carrera he trabajado yo para esto, para seguir jugando pelota y seguir disfrutando de lo que nos gusta que es jugar béisbol”, agregó.
Murillo se dio a conocer en el beisbol profesional mexicano cuando conquisto el título de bateo de la extinta Liga Norte de Sonora en 2002, al conectar .387 para Misioneros de Sonoyta, además lideró las bases robadas con veinte.
De eso ya pasaron casi dos décadas.
“Tenemos todo lo que se necesita; la experiencia marca mucha diferencia en un juego de béisbol y cada vez que se presentan oportunidades donde aparece un equipo con mucha energía pero sin experiencia que se mide a otro equipo con experiencia en playoffs te das cuenta de los resultados y creo yo que estamos en un gran momento”, concluyó.
A días de cumplir con el sueño de jugar con el equipo de su ciudad natal, el cañonero diestro se convertirá en el decimonoveno pelotero nativo que se ponga la casaca de Toros de Tijuana, pero para eso todavía falta poco más de un mes.
Seguramente el 21 de abril llegará pronto para Agustín Murillo y su familia. Espero mucho para hacer realidad el sueño, así que unos días más pasarán volando, sobre todo cuando no hay “fecha de caducidad”.