El emiratí Mohammed Ben Sulayem fue elegido presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para un mandato de cuatro años, sucediendo al francés Jean Todt, quien ocupaba el puesto desde 2009.
Antiguo piloto de rallies, Mohammed Ben Sulayem, de 60 años, es el primer no europeo en el cargo. Hasta ahora vicepresidente de la FIA para la región Oriente Medio, fue elegido con el 61,62% de los votos frente al 36,62% del otro candidato, el británico Graham Stoker, de 69 años, presidente delegado del deporte de la FIA, y con 1,76% de abstención.
En campaña desde hace varios meses, Ben Sulayem se erige como el presidente rupturista ante Stoker, brazo derecho de Todt estos últimos años y candidato de la continuidad.
Nacido en Dubái, Ben Sulayem pretende modernizar la FIA y hacerla más transparente. Promete una auditoría externa sobre la gobernanza, una evaluación de las finanzas e informes sobre presupuestos transparentes.
En el aspecto deportivo, su idea es que antes de 2025 se duplique la participación mundial en el deporte del automovilismo, sobre todo abriéndolo a los jóvenes.
Ben Sulayem, 14 veces campeón en el campeonato de Oriente Medio de rallies, recibió el apoyo de esa región, con cada vez más peso en el automovilismo mundial, y que organiza numerosas pruebas de élite.
Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Bahréin acogerán todos un GP de F1 en 2022, y en 2023 se les unirá Qatar, aunque este último apoyó a la candidatura rival.
El antiguo patrón de la escudería Ferrari en F1, Jean Todt, deja la FIA luego de tres mandatos consecutivos.