El quarterback de los Chiefs de Kansas City, Patrick Mahomes, en la primera mitad del juego ante los Raiders de Las Vegas, el domingo 14 de noviembre de 2021, en Las Vegas. (AP Foto/David Becker)
Patrick Mahomes fue capaz de disipar todas las dudas en torno al estado ofensivo de los Chiefs como sólo él podría hacerlo. Cinco pases de touchdown, 406 yardas y un triunfo. Repetir el truco el domingo ante los Cowboys supondría un acto mucho más complicado.
Después de promediar apenas 12 puntos en sus tres partidos anteriores, los Chiefs castigaron 41-14 a unos Raiders que se encuentran en el tercio inferior de la liga a la defensiva y cuentan con un ataque plagado de problemas dentro y fuera del campo. Declarar que Kansas City (6-4) recuperó su nivel de campeonato requiere superar a un adversario de mucha mayor jerarquía.
Y eso es justo lo que tendrán el domingo en Arrowhead, cuando reciban a Dak Prescott y a unos Cowboys (7-2) que vienen de su propia actuación de 40 puntos ante los Falcons.
De la mano de un completamente recuperado Prescott, un reparto ofensivo cargado de talento y una defensiva que ha rendido muy por encima de las expectativas, los Cowboys buscan ratificar su condición de protagonistas ante su propio gran sinodal.
Solamente dos de las victorias de Dallas este año han sido contra equipos que actualmente gozan de registro ganador, ante los Chargers y Patriots. Ninguno de ellos, sin embargo, tiene el cartel de los Chiefs. Si los Cowboys buscan respeto que vaya más allá de los números, tienen la oportunidad de ganarlo en Kansas City.
“Les tengo mucho respeto”, declaró el entrenador de Dallas Mike McCarthy. “Pero no diría que nos propusimos ‘queremos ser como los Chiefs de Kansas City’. Obviamente son el referente de su división y, francamente, de la NFL, simplemente por el éxito que han tenido particularmente los últimos tres años”.
Hasta el momento, Dallas ha sido capaz de emular el éxito ofensivo de ediciones pasadas de los Chiefs, gracias a Prescott y su dupla de receptores conformada por CeeDee Lamb (726 yardas y 6 touchdowns) y Amari Cooper (583 yds y 5 TDs). Además, han reencontrado el balance con un rejuvenecido Ezekiel Elliott al frente del cuarto mejor ataque terrestre de la NFL.
Cada uno de esos nombres significa un reto mayúsculo para una defensiva de Kansas City que inició con un mar de problemas — 32,6 puntos en contra en sus primeros cinco juegos — y que, de alguna manera, ha recompuesto el camino con apenas 15,6 puntos en contra en sus cinco compromisos más recientes.
“Son la ofensiva número uno de la liga en algunas categorías”, dijo el entrenador de los Chiefs Andy Reid. “Dak es bueno, también Ezekiel, y el resto del elenco. Tienen muchos buenos jugadores de ese lado del balón. Es un gran reto para nuestra defensiva. Nuestros muchachos lo saben”.
Hay varias maneras en las que Mahomes puede facilitarle el trabajo a una defensiva que ya tiene las manos llenas. La más importante de ellas es cuidando el balón. Los Chiefs llegan al encuentro como el segundo peor equipo en pérdidas con 31, incluyendo 10 intercepciones de su quarterback. No es una buena señal cuando enfrente están Trevon Diggs (8 intercepciones) y una defensiva que ha robado 17 balones esta campaña, la cuarta mejor de la NFL.