Anunciado como el salvador de un equipo a la deriva, Xavi Hernández inicia su etapa como entrenador del Barcelona (9º) recibiendo en el Camp Nou al Espanyol (11º), el sábado en una 14ª jornada de la Liga en la que el líder, la Real Sociedad, recibe al Valencia (10º).
Tras la destitución de Ronald Koeman, el Barcelona se vuelve a ilusionar con el regreso desde Catar del hijo pródigo, Xavi, capitán del equipo que ganó la última Champions azulgrana en 2015.
Desde entonces, el Barcelona ha ido perdiendo fuelle hasta llegar al límite este curso; perdido en el campo, asfixiado por su malísima situación económica y huérfano de un líder, tras la traumática salida de Lionel Messi al PSG.
Desde el banquillo, Xavi asumirá el papel de símbolo que tenía el argentino, ayudado por otra gloria de los mejores años azulgranas, Dani Alves, que a sus 38 regresa de Brasil para echar una mano. Pero no podrá jugar hasta enero.
Hasta entonces el nuevo técnico contará con las mismas piezas que Koeman, aunque intentará que el equipo despliegue un fútbol más acorde con los preceptos azulgranas que la poco ambiciosa propuesta de su antecesor.
El Espanyol, de vuelta a la élite tras su paso por segunda división, será una complicada prueba. Los Pericos, igualados a 17 puntos con sus grandes rivales, buscarán arruinar la fiesta de Xavi.
La Real Sociedad, primera con un punto de ventaja sobre el Real Madrid, recibe a un Valencia que navega por la zona media, mientras que el gigante blanco visita el domingo al Granada (17º).
Tercero con los mismos puntos que el Real Madrid (27), el Sevilla recibe al Alavés (14º), mientras que el Atlético, cuarto con 23, juega en casa frente a Osasuna (7º).