Sergio Pérez pudo sentir el miércoles todo el cariño que le tienen sus compatriotas mexicanos al rodar en una de las principales avenidas del país a bordo de un monoplaza de la Fórmula Uno.
De acuerdo con los organizadores del Red Bull Show Run, unos 100.000 aficionados se reunieron para ver a Pérez rodar en cuatro tandas de unos 10 minutos cada entre dos icónicas rotondas de la capital.
“Gracias a todos los que vinieron a los que hicieron posible el evento, nos lo merecíamos tanto luego de lo que ha pasado estos años. Es un día para celebrar y sentirnos orgullosos del país”, dijo Pérez al final del evento.
Desde que la F1 volvió a México en 2015, “Checo” Pérez pasa la semana previa a la carrera con la agenda llena de eventos de sus patrocinadores en los que ha hecho de todo, pero es la primera vez que rueda en la calle frente a sus seguidores.
“No tengo palabras para agradecer tanto cariño y apoyo nos vemos el domingo para celebrar y que siga la fiesta”, agregó Pérez, quien usó un mono de su escudería con motivos de mariachi que será el que utilice en la carrera del domingo en el circuito Hermanos Rodríguez.
Después de terminar su último recorrido, Pérez bajó del RB7 usado por su escudería en la temporada de 2011 y a pie comenzó a caminar hacia las vallas metálicas que lo separaban de los espectadores para darles las gracias.
Antes de esta temporada, Pérez nunca tuvo el monoplaza que le permitiera soñar con un podio en su casa, donde su mejor resultado es un séptimo puesto, algo que ha conseguido dos veces. Por eso, a diferencia de años previos, ahora la expectativa por verle correr ha aumentado.
“Sin duda el buen paso que recientemente ha tenido ‘Checo’ en la temporada ha contribuido a crecer el interés por la carrera”, dijo a The Associated Press, Federico González, director de la carrera. “Hay una gran expectativa de los aficionados por verlo en el Autódromo Hermanos Rodríguez arriba de un auto competitivo que está peleando por el campeonato como es Red Bull”.
Quizá por eso no sorprende tanto que en un día laboral, miles de personas acudieron desde temprana hora a tomar lugar en la avenida para poder ver de cerca a Pérez sin tener que erogar los 1.500 pesos (unos 75 dólares) que cuesta la entrada más barata para el fin de semana.
“En el pasado cada año no importaba en el lugar en que quedara, con que acabara la carrera nos bastaba”, dijo Ernesto Monter, un ávido aficionado a la F1. “Cuando anuncian que firma con Red Bull creo que todos dijimos, ahora si agárrense que tenemos todo, menos miedo, así que el fin de semana esperamos terminar en el podio y ¿por qué no?, ganar el Gran Premio”.