La Selección Mexicana desde hace rato que no convence, pero lo peor es que ahora ni siquiera gana en el Estadio Azteca. Este jueves, el Tricolor de Gerardo Martino se vio superado en gran parte del partido por Canadá y apenas pudo empatar 1-1 en la cuarta jornada del Octagonal de la Concacaf, cediendo la cima del camino a Qatar 2022 a Estados Unidos.
De no ser por Guillermo Ochoa, el Tricolor pudo haber sufrido un revés imperdonable frente a su afición, misma que regresó tras dos años al alguna vez imponente Coloso de Santa Úrsula para ver un juego del seleccionado, aunque ellos tampoco ayudaron mucho con el grito homofóbico, por el que las acciones se detuvieron unos minutos.
Si hay una Selección que ha crecido a pasos agigantados en el área de Concacaf es la canadiense, que contrario a lo que se podría presuponer al ser visitantes en un inmueble de enorme historia, se olvidaron de planteamientos medrosos y salieron a jugar, a tener la pelota, a buscar en velocidad y con sus argumentos fueron mejores que México buena parte del duelo.
Eso sí, los de la Hoja de Maple perdonaron al menos dos claras ante Memo Ochoa y el Tri sí supo meter una de sus primeras opciones gracias a Jorge Sánchez, el lateral que se estrenó como goleador con la camiseta nacional para hacer explotar el Estadio Azteca al minuto 21.
Pero como lo dijimos, Canadá no traicionó sus ideas y conceptos, vieron que la velocidad de Alphonso Davies y sus apariciones tanto por banda como por el centro traían loca a la defensa nacional, que pagó el precio al minuto 42 con una asistencia de Davies a Jonathan Osorio, quien con temple total definió para el 1-1.
En el segundo tiempo el Tri se volcó al frente y encontró sus mejores momentos cuando Héctor Herrera se hizo más de la pelota, pero al mediocampista le pesa la inactividad en el Atlético de Madrid porque la gasolina le duró unos 20 minutos del complemento.
El Tata Martino mandó gente de recambio como Luis Romo, Carlos Rodríguez y Uriel Antuna para aprovechar el evidente cansancio canadiense, pero de todos esos nadie hizo algo importante. Todo se buscó con Hirving Lozano y Raúl Jiménez, con el primero en mejor forma que el segundo.
La gran duda del partido queda en qué hubiera pasado si Martino se sale de su guión y hubiera metido a dos delanteros, pero eso no ocurrió y tanto Funes Mori como Henry Martín se quedaron en la banca.
Al final la Selección se fue con un punto y abucheada por los más de 50 mil aficionados que se dieron cita, que para rematar la triste velada despidieron con un monumental grito homofóbico el último despeje del duelo.