Después de estar abajo 0-3 en la serie, los Toros de Tijuana tenían una misión que parecía difícil más no imposible. Las victorias fueron llegando de una en una hasta convertirse en tres para empezar a cocinar un regreso de epopeya. Con una sólida actuación de todo el staff de lanzadores encabezado por el abridor Teddy Stankiewicz y dos batazos oportunos de Peter O’Brien y Leandro Castro cada uno, el equipo astado venció por 3-0 a los Leones de Yucatán en el Juego 7 de la Serie del Rey 2021 para convertirse en los nuevos campeones de la LMB.
Los Toros de Homar Rojas se convierten en el segundo equipo en la historia de la Liga Mexicana que logra remontar un 0-3 en contra durante una serie final. Los primeros en conseguirlo fueron los Charros de Jalisco en 1971 cuando, dirigidos por el histórico Benjamín ‘Cananea’ Reyes, miembro del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
O’Brien, Castro y el cuerpo de lanzadores le dieron a Tijuana el segundo campeonato de su historia luego de haber ganado el primero durante la temporada de 2017 cuando vencieron a los Pericos de Puebla. En el margen de las siete temporadas más recientes en la liga, Toros es el único equipo que tiene dos títulos.
Los abridores de ambos equipos colgaron ceros en las primeras dos entradas y media hasta que Peter O’Brien hizo que las casi 17 mil personas presentes en el Estadio Chevron estallaran en júbilo con un home run solitario que se fue apenas por encima de la barda del jardín derecho.
Después de que el abridor melenudo Jake Thompson salió del juego en la quinta entrada, el relevo recibió dos hits seguidos con dos outs para recibir la segunda carrera de los Toros con un sencillo productor de Leandro Castro. Con la presión encima de un parque lleno como el Chevron en la séptima entrada, el tercera base Alex Liddi hizo un tiro muy desviado a la inicial; mientras la defensa recuperaba la pelota, el veloz Isaac Rodríguez Salazar dio vuelta desde primera hasta el pentágono para anotar el 3-0.
Por los Toros, el abridor Stankiewicz tuvo de manos atadas a la ofensiva rival lanzando una joya de 6.0 entradas y tres hits. Así como en los tres juegos pasados, el bullpen respondió retirando en blanco los últimos 3.0 innings para sellar el campeonato.
