Si bien el inicio de la temporada ha sido pobre en cuanto a resultados para Bravos y Tijuana, pero ambos en el enfrentamiento de la Jornada 4 demostraron las razones por las que ambos navegan en los últimos lugares de la clasificación con un encuentro sin emociones y con muchos errores, donde se repartieron puntos con el empate 1-1
Tijuana empezó el juego con dinamismo, encontró un gol muy tempranero y después de eso se desinfló, dejaron de ser protagonistas del partido y Bravos que no tiene manera de asumir ese rol en los encuentros no intentó hacerlo y se encontraron el empate gracias a un penal antes de que terminara el primer tiempo.
La anotación de los Xolos parecía que le iba a poner sabor al juego. Lucas Rodríguez se encuentro con un golpe de suerte al intentar centrar y con eso el balón tomó un efecto extraño y se terminó colando en el arco de Hugo González.
¿Golazo de Rodríguez o error de Hugo? Cada quien tendrá su opinión, pero lo que es cierto es que después del gol el equipo de Siboldi se echó en sus laureles y dejó de tratar de hacer daño en la portería de Bravos.
El juego se fue muriendo de nada con el pasar de los minutos, pero tuvo un ligero aire cuando Juárez con todas sus limitantes se acercó al arco de Jonathan Orozco y un error de la zaga les concedió un penal que ejecutó de gran manera por Gabriel Fernández.
El segundo tiempo fue mera anécdota y trámite, el juego terminó por morir desde el primer minuto en el que comenzó a rodal la pelota, ninguno de los dos intentó algo.
Bravos quedó a deber sobre el final, jugó con un hombre de más los últimos 30 minutos del partido por la expulsión de Nicolás Rak y ni así pudo hacerle daño a la portería de Orozco, incluso ni siquiera así dominaron el partido.
Estos dos equipos siguen sin ganar en el torneo y corren el riesgo de que si gana Pumas este sábado a Querétaro, terminar la jornada como los dos peores equipos en lo que va del torneo.