El penúltimo escalón de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio para la selección mexicana de basquetbol luce como el más grande de todos, el rival es Brasil, los 12 Guerreros deberán derrumbar el coloso sudamericano en las semifinales si quieren permanecer con su sueño intacto.
México llega con una buena impresión tras lo hecho ante Alemania y Rusia; sin embargo, ahora se enfrentan a una quinteta que ha destrozado a sus rivales. Los pupilos del entrenador Omar Quintero están ante la prueba más grande del certamen, para terminar con 45 años sin acudir a la justa veraniega requerirán de un extra en la Spaladium Arena de Croacia.
Pako Cruz se ha echado el equipo al hombro, en la fase de grupos fue imparable, promedió 25.5 puntos en los dos encuentros, en sus manos pasa gran parte de la producción ofensiva. Si alguien conoce cualquier escenario es Gustavo Ayón, el ex jugador de la NBA buscará inyectar su experiencia en un duelo de ganar o morir.
Enfrente estará un conjunto que no depende de un solo jugador, ante Túnez, Vitor Benite junto con Anderson Varejao protagonizaron las acciones, contra Croacia, Rafael Hettsheimeir y Bruno Caboclo tundieron al cuadro local. La precisión los caracteriza, en ambos duelos encestaron más del 50 por ciento de sus disparos al aro.
Al conjunto tricolor nada le ha quitado el sueño de llegar a Japón, salvó el titubeo ante los alemanes, ha relucido su basquetbol. Ante Brasil deberán elevar su cuota de puntos, requerirán de mayor precisión, en la etapa previa concretaron 55 de sus 138 tiros de campo. Los rivales de la verde amarela tuvieron un registro similar y sucumbieron por más de 20 unidades.
El duelo es prácticamente una final adelantada, el ganador se medirá con el vencedor de Alemania y Túnez en un choque decisivo por el boleto a los Juegos Olímpicos que ya están a tres semanas de comenzar.