NUEVA YORK (AP) — Los pitchers serán expulsados y recibir suspensiones de 10 partidos si usan sustancias ilegales para manipular las pelotas, como parte de un reforzamiento de las reglas de las Grandes Ligas a partir del 21 de junio.
La oficina del comisionado, en respuesta a un incremento récord de los ponches y los peores registros ofensivos en más de medio siglo, anunció el martes que los umpires tanto en las mayores como en las ligas menores empezarán a monitorear con frecuencia a todos los lanzadores, incluso si el mánager rival no pida una inspección.
Los que cometan reiteradas infracciones recibirán multas escalonadas, y los los equipos y sus empleados podrán ser sancionados en caso de no acatar el reglamento.
“Después de un periodo de advertencias reiteradas sin efecto, recabar información por parte de jugadores activos y retirados en todo el deporte, dos meses de exhaustiva investigación, he determinado que se necesitan nuevos controles sobre el uso de sustancias ajenas para tener una competencia leal”, dijo el comisionado Rob Manfred.
“Entiendo que hay antecedentes de uso de sustancias ajenas para el manejo de la pelota, pero lo que estamos viendo hoy en día es muy diferente, usando sustancias con una adherencia mayor a lo que se usaba más frecuentemente anteriormente”, añadió Manfred. “Ha quedado patentizado que el uso de sustancias ajenas pasó de querer tener un mejor agarre de la pelota a otra cosa — una ventaja competitiva injusta que está provocando tener menos acción y competencia dispareja”.
MLB informó a los equipos que desde el 23 de marzo redoblará el monitoreo y que ha tomados medidas que incluyen revisar las pelotas usadas por cada club y analizar los datos sobre el movimiento de los lanzamientos.
La investigación reciente de MLB, según su comunicado, detectó pelotas con marcas más oscuras y que eran más pegajosas al ser tocadas.
Las medidas de MLB no han tardado en tener un aparente impacto.
Según los datos de Statcast, el servicio estadístico de MLB, las rectas de los lanzadores promediaban entre 2.306 y 2.329 revoluciones por minuto cada semana desde el inicio de la temporada hasta el 5 de junio.
Después de una reunión de los dueños de los clubes el 3 de junio, cuando se aireó que se iba a tener mano dura contra el uso de las sustancias, el promedio retrocedió a 2.282 durante la semana del 6 de junio y a 2.226 al último domingo.
El promedio de bateo en las mayores era de .232 al finalizar abril, desplomándose con respecto al .252 de hace dos años, y por debajo de la cifra más baja de .237 que se fijó en 1968. Quedó en .236 en mayo, igualmente el peor registro desde 1968.
El porcentaje escaló a .247 en la semana del 6 de junio, con lo que el promedio de la temporada subió a .238.
En cuanto a los ponches, el porcentaje desde el 3 de junio retrocedió 23,4% con respecto al 24,2% hasta entonces.
“Esto no responde a un jugador o club en particular, o encontrar culpables”, dijo Manfred. “Se trata de un vuelco colectivo que había cambiado al deporte y que ameritaba tener respuesta”.
Aunque Bill Miller, el presidente de la asociación de umpires de las mayores, fue citado en el anuncio pronunciándose a favor de las medidas, la asociación de peloteros no ofreció una declaración similar.